La quietud inusual que se cernía sobre el número 164 de la calle Degollado, en la colonia Guerrero, despertó la inquietud de los vecinos. Un silencio que contrastaba con el habitual bullicio del barrio, un silencio premonitorio que anunciaba una tragedia. La preocupación se transformó en alarma, y la alarma en una llamada urgente a las autoridades. El reporte: el posible fallecimiento de dos mujeres que residían en el inmueble.

Tras la llamada, la respuesta policial no se hizo esperar. Las sirenas rompieron la quietud, y la calle Degollado se convirtió en el escenario de un drama aún por descifrar. Los uniformados de la Policía Capitalina acordonaron la zona, estableciendo un perímetro de seguridad que aislaba la escena del ajetreo cotidiano. El número 164, antes un hogar, se transformó en un espacio de investigación, un lugar donde la vida había dado paso al misterio.

Las primeras informaciones, aún fragmentarias, dibujan un cuadro desolador. Dos mujeres, de 84 y 52 años, fueron encontradas sin vida en el interior del domicilio. Madres, hijas, hermanas, amigas… Sus historias, sus sueños, sus alegrías y tristezas, ahora encerradas tras las paredes de esa casa silenciosa. La comunidad se conmociona, se pregunta, se angustia. ¿Qué sucedió en el número 164? ¿Qué trágicas circunstancias llevaron al fallecimiento de estas dos mujeres?

Mientras los peritos trabajan minuciosamente en el interior del domicilio, recolectando evidencias y buscando respuestas, la incertidumbre se apodera del vecindario. Los murmullos se entrelazan con las especulaciones, y la tristeza se mezcla con la incredulidad. La calle Degollado, testigo silenciosa de tantas historias, hoy guarda un secreto doloroso.

Las autoridades mantienen un hermetismo informativo, esperando los resultados de las investigaciones periciales para poder esclarecer los hechos. Cada detalle, cada pista, cada elemento encontrado en la escena, se convierte en una pieza crucial del rompecabezas que permitirá reconstruir la historia y comprender las circunstancias que rodearon la muerte de estas dos mujeres.

El tiempo transcurre lentamente en la colonia Guerrero, mientras la espera se hace cada vez más pesada. La comunidad se aferra a la esperanza de obtener respuestas, de encontrar consuelo en la verdad. La tragedia del número 164 de la calle Degollado nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de la solidaridad en momentos de dolor. A medida que la investigación avanza, nos unimos a la espera, con el corazón encogido y la esperanza de que la justicia prevalezca y la verdad salga a la luz. Seguiremos informando a medida que se disponga de más información.