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2 de julio de 2025 a las 23:15

Misterio en Edomex: ¿Qué pasó con Natalia?

La comunidad de Xonacatlán, Estado de México, se encuentra sumida en la tristeza y la indignación tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Natalia Segura Cordero, una joven de tan solo 14 años. La desaparición de Natalia, reportada el 27 de junio, movilizó a familiares, amigos y colectivos de búsqueda, quienes incansablemente recorrieron calles, pegaron carteles y difundieron su fotografía en redes sociales con la esperanza de encontrarla con vida. La angustia y la incertidumbre se apoderaron de la población, que seguía con atención cada detalle del caso.

La búsqueda, que se extendió por varios días, culminó trágicamente en una zona boscosa de Santa Ana Jilotzingo, en el municipio vecino de Otzolotepec. El descubrimiento del cuerpo de Natalia no solo confirmó los peores temores, sino que también desató la rabia y la exigencia de justicia. La noticia conmocionó a la sociedad mexiquense, que una vez más se enfrenta a la dolorosa realidad de la violencia de género. El caso de Natalia se suma a la larga lista de feminicidios que azotan al país, dejando un profundo vacío en las familias y una herida abierta en la sociedad.

La investigación, a cargo de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), ha tomado un giro crucial con la detención de Rodrigo "N", presunto novio de la joven y principal sospechoso del feminicidio. La detención, llevada a cabo en un operativo conjunto con la Secretaría de Seguridad Ciudadana en un domicilio de la colonia Emiliano Zapata, también incluyó a otros dos individuos, entre ellos, al menos un menor de edad. Si bien la detención de los sospechosos representa un avance significativo en el caso, aún quedan muchas preguntas sin respuesta. Las autoridades continúan trabajando para esclarecer los hechos y determinar el móvil del crimen, mientras la familia de Natalia exige que se aplique todo el peso de la ley a los responsables.

La participación de colectivos de familiares de personas desaparecidas fue fundamental en la localización del cuerpo. Su experiencia y conocimiento del terreno resultaron claves para dar con el paradero de Natalia, demostrando una vez más la importancia de la organización ciudadana frente a la tragedia. Este lamentable suceso pone de manifiesto la necesidad de fortalecer las estrategias de prevención y atención a la violencia de género, así como de garantizar la seguridad de las niñas y mujeres en el país.

Un aspecto particularmente perturbador del caso es la revelación de que la familia de Natalia recibió mensajes anónimos con información sobre la ubicación del cuerpo. Uno de estos mensajes, presuntamente enviado por alguien que afirmaba haber obtenido la información del novio de Natalia, habría guiado a los familiares hasta la zona boscosa donde finalmente se encontró el cuerpo. Este macabro detalle añade una capa de complejidad a la investigación y plantea interrogantes sobre la posible participación de otras personas en el crimen. ¿Quién envió estos mensajes? ¿Cuál era su relación con los sospechosos? Estas son algunas de las preguntas que las autoridades deberán responder para esclarecer completamente el caso y llevar a todos los responsables ante la justicia. El clamor por justicia resuena con fuerza en Xonacatlán y en todo el Estado de México, donde la sociedad exige un alto a la violencia y la impunidad.

Fuente: El Heraldo de México