Una historia de hermandad y esperanza se ha escrito en los quirófanos del Hospital Regional “Dr. Valentín Gómez Farías” del ISSSTE en Jalisco. Erika Guadalupe Rojas Navarro, de 42 años, recibió un regalo invaluable: un riñón donado por su hermano, Juan Manuel, de 48. Este acto de amor fraternal no solo ha transformado la vida de Erika, sino que también ilumina el camino para otros pacientes en espera de un trasplante. Imaginen la angustia de enfrentar una enfermedad renal, la dependencia de las diálisis, la incertidumbre del futuro. Erika vivió esa realidad, hasta que su hermano, con una generosidad que conmueve, le ofreció la oportunidad de una nueva vida.

Este trasplante, realizado el pasado 25 de junio, no fue un evento fortuito, sino el resultado de un minucioso proceso que comenzó en octubre del año anterior. Desde la Clínica Hospital de Sahuayo, Michoacán, Erika y Juan Manuel fueron canalizados al Hospital Regional en Jalisco, donde un equipo interdisciplinario del Comité de Trasplantes inició el protocolo. No se trató solo de comprobar la compatibilidad física, sino también de evaluar los aspectos psicológicos y logísticos, asegurando así el bienestar de ambos hermanos. Médicos nefrólogos, cirujanos de trasplantes, anestesiólogos, enfermeras y personal de terapia intensiva, todos bajo la dirección del Dr. Agustín Camacho Murillo, trabajaron con dedicación y profesionalismo para hacer posible este milagro.

Tonatiuh Baltazar Báez, esposo de Erika, describe el proceso como “relativamente rápido”, a pesar de la carga emocional que representó. Desde el miedo inicial hasta la alegría desbordante al saber que el trasplante era viable, la familia experimentó una montaña rusa de sentimientos. La confianza en el equipo médico del ISSSTE, la excelencia en la atención y el apoyo constante, les brindaron la tranquilidad necesaria para afrontar cada etapa. “No tenemos más que palabras de agradecimiento”, expresa Tonatiuh, reconociendo la labor invaluable del personal médico.

Su testimonio es un llamado a la solidaridad, a la importancia del apoyo familiar durante el proceso y, sobre todo, a la necesidad de fomentar la cultura de la donación de órganos. "Donar sangre o un órgano es dar vida", afirma con convicción, instando a las familias que esperan un trasplante a acercarse al ISSSTE, donde encontrarán profesionales altamente capacitados y una atención humana excepcional.

El éxito de este trasplante se suma a una serie de logros alcanzados por el Hospital Regional “Dr. Valentín Gómez Farías”. Con nueve trasplantes renales realizados en lo que va del año, cuatro de donante vivo relacionado, cuatro cadavéricos y uno más en curso, este centro se consolida como un referente en el programa de trasplantes del ISSSTE en Jalisco. Actualmente, ocho pacientes se encuentran protocolizados, esperanzados en recibir la oportunidad de una vida renovada.

El Dr. Javier Gallo Vázquez, subdirector Médico del hospital, destaca el riguroso seguimiento postoperatorio que se realiza para asegurar el éxito del procedimiento. Una semana después del trasplante, Erika ha logrado autonomía con su nuevo órgano, un testimonio de la eficacia del procedimiento y la dedicación del equipo médico.

El ISSSTE en Jalisco no solo brinda atención médica de calidad, sino que también ofrece esperanza y una mejor calidad de vida a sus derechohabientes. La historia de Erika y Juan Manuel es un ejemplo inspirador, una muestra del poder de la solidaridad y el compromiso del ISSSTE en la transformación de vidas a través de la cultura de la donación y el trasplante de órganos. Es un llamado a la reflexión, una invitación a sumarnos a esta noble causa, porque donar un órgano es, sin duda, un acto de amor que trasciende.