Una bocanada de aire fresco para el Estado de México. Tras años de lucha contra la inseguridad, las cifras de homicidio doloso muestran una tendencia a la baja que invita al optimismo. Un descenso del 30% en el primer semestre del año no es una cifra menor, es un testimonio del trabajo coordinado entre los gobiernos federal, estatal y municipal. Imaginen la magnitud del esfuerzo para lograr este cambio en un estado tan complejo y diverso como el nuestro.

Y no solo eso, mayo y junio se consolidan como los meses con menos víctimas desde 2017. Un dato que, si bien debe analizarse con cautela, no deja de ser un indicador positivo. Incluso, el 30 de junio, un día que quedará marcado en la historia reciente del Estado de México, se registró cero homicidios dolosos. Si bien el Secretario General de Gobierno, Horacio Duarte Olivares, lo calificó como “anecdótico”, es un hito que nos permite vislumbrar un futuro más seguro para todos.

Este logro no es producto de la casualidad, sino de una estrategia integral de seguridad. La coordinación entre los tres órdenes de gobierno, el respaldo de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, la firmeza de la Gobernadora Delfina Gómez Álvarez y la participación activa de instituciones como la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, el Ejército y la Secretaría de Marina, son piezas clave de este rompecabezas. La inversión en obras y acciones, el enfoque en la prevención y la persecución del delito, están dando frutos.

Es importante reconocer el compromiso de las fuerzas de seguridad, quienes arriesgan su vida día a día para proteger a la ciudadanía. También es fundamental destacar la participación de la sociedad civil, que con su denuncia y su colaboración contribuye a la construcción de un entorno más seguro. La seguridad es una tarea de todos, y los resultados obtenidos nos demuestran que cuando trabajamos juntos, podemos lograr grandes cosas.

Sin embargo, no podemos bajar la guardia. Si bien las cifras son alentadoras, aún queda mucho por hacer. La lucha contra la delincuencia es un proceso continuo, que requiere de constancia, adaptación y sobre todo, de la participación activa de todos los sectores de la sociedad.

La reducción del homicidio doloso no solo se traduce en estadísticas, se traduce en vidas salvadas, en familias que pueden vivir con tranquilidad, en comunidades que recuperan la paz. Es un paso firme hacia un futuro más prometedor para el Estado de México. Sigamos trabajando juntos, sigamos construyendo la seguridad que todos merecemos.