La tragedia ha golpeado a Matamoros, Tamaulipas, dejando un vacío irreparable en una familia tras el paso de la Tormenta Tropical "Barry". Jesús de la Cruz Nuñez, un padre ejemplar, perdió la vida el pasado 1 de julio en un acto heroico al rescatar a su hija, María Fernanda, de las furiosas aguas desatadas por el temporal. El escenario de esta desgarradora historia fue el fraccionamiento Paseo Residencial, al norte de la ciudad, donde la intensidad de las precipitaciones transformó las calles en caudalosos ríos.

Jesús y María Fernanda se encontraban a bordo de su camioneta cuando la creciente les impidió continuar su camino. Decidieron entonces avanzar a pie hacia su hogar, sin imaginar que el destino les tenía preparada una cruel prueba. En medio de la tormenta, padre e hija cayeron a un canal desbordado en el cruce de las calles Mexicali y Naranjo. La fuerza del agua los arrastró sin piedad, una escena que presenció con horror un vecino de la zona, Guillermo, quien sin dudarlo, junto a su hijo, se lanzó al rescate.

En esos momentos de angustia y desesperación, Jesús demostró una valentía conmovedora. Con todas sus fuerzas, protegió a María Fernanda del embate de la corriente. En un último acto de amor incondicional, antes de ser vencido por las aguas, logró entregar a su hija a Guillermo, quien la puso a salvo. Lamentablemente, Jesús no corrió la misma suerte. La corriente lo arrastró sin remedio, perdiéndose entre la turbulencia y los desechos arrastrados por la inundación.

El testimonio de Guillermo, aún conmocionado por lo sucedido, describe la escena con crudeza: "Se fue entre la basura y luego emergió. En su último esfuerzo, el señor me la entregó, pero la corriente lo arrastró a él". Sus palabras reflejan la magnitud del sacrificio de Jesús y la impotencia ante la fuerza de la naturaleza.

Tras una angustiosa búsqueda, el cuerpo de Jesús fue localizado sin vida, confirmando los peores temores de familiares y amigos. La noticia ha conmocionado a la comunidad matamorense, que se ha unido en solidaridad con la familia de este héroe anónimo.

En las próximas horas, se espera que Jesús reciba el último adiós en su ciudad natal, rodeado del cariño de sus seres queridos. Su hermana, Selene Nuñez, ha expresado su dolor y admiración a través de las redes sociales: "Diste tu último aliento por tu hija y estos grandes hombres te ayudaron a salvarla. Vuela alto manito". Un mensaje conmovedor que resume el sentimiento de una familia devastada por la pérdida, pero orgullosa del acto heroico de Jesús.

Esta tragedia pone de manifiesto, una vez más, la vulnerabilidad ante los embates de la naturaleza y la importancia de la solidaridad en momentos de crisis. El recuerdo de Jesús de la Cruz Nuñez, el padre que dio su vida por su hija, permanecerá en la memoria de Matamoros como un ejemplo de amor incondicional y valentía. Su sacrificio nos recuerda el valor de la vida y la importancia de proteger a nuestros seres queridos, incluso en las circunstancias más adversas. Mientras la ciudad se recupera de los estragos de "Barry", la historia de Jesús se convierte en un símbolo de esperanza y resiliencia ante la adversidad.