La tormenta tropical Barry ha dejado una profunda huella en el sur de Tamaulipas, desencadenando una respuesta coordinada sin precedentes entre las autoridades federales, estatales y municipales. Tras una primera reunión, la urgencia de la situación ha convocado a un segundo encuentro de alto nivel, donde la prioridad absoluta se centra en la seguridad y el bienestar de las familias afectadas.

Laura Velázquez Alzúa, al frente de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), ha recalcado la importancia de una acción conjunta y eficaz. No se trata solo de atender la emergencia inmediata, sino de fortalecer la capacidad de respuesta a largo plazo y de brindar un apoyo integral a quienes han perdido sus hogares o se encuentran en situación vulnerable. La supervisión constante de las zonas de mayor riesgo es crucial para anticipar posibles contingencias y minimizar los daños.

La presencia del Secretario General de Gobierno de Tamaulipas, Héctor Joel Villegas González, junto a los alcaldes de Tampico, Ciudad Madero, González y Altamira, demuestra el compromiso unánime de los diferentes niveles de gobierno para afrontar esta crisis. La participación activa de la Defensa Nacional, la Marina y la Guardia Nacional refuerza la capacidad operativa y logística en el terreno, permitiendo una respuesta más rápida y eficiente a las necesidades de la población.

Las intensas lluvias e inundaciones provocadas por Barry han puesto a prueba la infraestructura y los recursos de la región. Sin embargo, la solidaridad y la coordinación entre instituciones han sido la clave para mitigar los efectos del desastre. Los operativos de monitoreo se mantienen activos las 24 horas del día, vigilando de cerca la evolución de la tormenta y las zonas con mayor probabilidad de inundación. Las labores de evacuación continúan en las áreas más afectadas, priorizando la seguridad de las personas y trasladándolas a refugios temporales donde se les proporciona alimento, abrigo y atención médica.

Las autoridades hacen un llamado enfático a la población a mantenerse informada a través de los canales oficiales y a seguir las indicaciones de Protección Civil. La prudencia y la colaboración ciudadana son fundamentales en estos momentos. Evitar zonas inundadas, asegurar objetos que puedan ser arrastrados por la corriente y tener preparada una mochila de emergencia con documentos importantes, medicamentos y artículos de primera necesidad son medidas esenciales para protegerse a sí mismo y a sus familias.

La amenaza de Barry aún no ha desaparecido por completo. Se prevé que las lluvias continúen en la entidad, por lo que la vigilancia y las precauciones deben mantenerse. La reconstrucción de las zonas afectadas será un proceso largo y complejo, pero la unidad y la solidaridad demostradas hasta ahora son la mejor garantía de que Tamaulipas superará este desafío y se recuperará con mayor fuerza. El compromiso de las autoridades es claro: nadie se quedará atrás.