
Inicio > Noticias > Derechos Humanos
3 de julio de 2025 a las 01:00
Diputados: Clausura simbólica
La indignación se palpa en el aire, un sentimiento de traición que se extiende como una sombra sobre la esperanza. La reciente reforma a las leyes generales en materia de Desaparición Forzada y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, lejos de ser la respuesta esperada por quienes buscan incansablemente a sus seres queridos, ha sido recibida como un insulto, un "Caballo de Troya" que esconde intenciones oscuras tras una fachada de aparente progreso. Las familias, el corazón palpitante de esta lucha, se sienten utilizadas, sus voces silenciadas, sus demandas ignoradas en un proceso legislativo que califican de apresurado y superficial. No se trata de simples cambios cosméticos, argumentan, sino de una simulación, un intento por parte del gobierno de aparentar acción sin abordar el verdadero núcleo del problema.
La imagen de las familias pintando en el suelo del Palacio Legislativo la desgarradora leyenda "Hasta encontrarles" es un testimonio de su perseverancia, de su negativa a rendirse ante la adversidad. Rostros queridos impresos en fotografías, sostenidas con manos temblorosas, miran fijamente a un Congreso que, según denuncian, les ha dado la espalda. Los sellos de clausura simbólica colocados en la Cámara de Diputados son un grito de protesta, una manifestación de su profunda decepción ante una iniciativa que, en palabras de Jorge Verástegui González, del colectivo Glorieta de las y los Desaparecidos, "no ayuda mucho a resolver este grave fenómeno de la desaparición".
La sombra de la desconfianza se cierne sobre la Clave Única de Registro de Población (CURP) y la obligación de proporcionar datos biométricos. El temor a un mal uso de esta información, a que caiga en manos de la delincuencia, se suma a la angustia de la incertidumbre. La falta de inversión en el Centro Nacional de Identificación Humana, desmantelado el año pasado, y la acumulación de más de 70 mil cuerpos y restos humanos sin identificar en los Semefos, pintan un panorama desolador, un recordatorio constante de la magnitud de la tragedia. ¿Cómo pueden hablar de avances, se preguntan las familias, cuando los recursos destinados a la identificación de sus seres queridos son tan escasos?
La crítica a los cambios legislativos es contundente: "cosméticos", una palabra que resume la frustración y la impotencia de quienes llevan años buscando respuestas. Señalan la inclusión de elementos que consideran innecesarios en una ley general, como la ficha de búsqueda, un procedimiento que ya se realiza de forma rutinaria. La sensación de haber sido utilizados, de que su participación en el proceso fue meramente una fachada para legitimar una reforma superficial, es una herida abierta que dificulta aún más el camino hacia la verdad y la justicia.
La lucha, sin embargo, no termina aquí. Los colectivos de búsqueda se preparan para dar un nuevo paso, para unir fuerzas y analizar la posibilidad de interponer recursos judiciales contra las leyes recientemente aprobadas. Su llamado al Congreso de la Unión para que convoque a un parlamento abierto es una muestra de su compromiso con la búsqueda de soluciones reales, de su deseo de participar activamente en la construcción de un sistema que realmente responda a las necesidades de las víctimas y sus familias. La esperanza, aunque golpeada, se mantiene viva, alimentada por el amor y la determinación de quienes se niegan a olvidar, de quienes siguen buscando, incansablemente, "hasta encontrarles".
Fuente: El Heraldo de México