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2 de julio de 2025 a las 04:00

Cocodrilo suelto ¡Alerta en Ciudad Madero!

La inquietud se apoderó de los vecinos de la Ampliación de la Unidad Nacional. La imagen de un cocodrilo de dos metros de largo paseándose tranquilamente entre las banquetas no es algo que se vea todos los días. La escena, casi surrealista, movilizó rápidamente a Protección Civil de Ciudad Madero y a la Guardia Estatal, quienes lograron asegurar al reptil, identificado como un Moreletti, especie común en la región. Este incidente, sin embargo, no es un caso aislado. Las autoridades confirman una preocupante tendencia: más de cien cocodrilos capturados en apenas quince días. La causa principal apunta a las intensas lluvias y el consecuente desbordamiento de los drenes pluviales, que arrastran a estos animales desde su hábitat natural hasta las zonas urbanas, creando un escenario de riesgo tanto para los habitantes como para los propios reptiles.

Ante esta situación, las autoridades reiteran la importancia de no intentar capturar a estos animales. Más allá del evidente peligro que representa enfrentarse a un depredador de estas características, se trata de una especie protegida, por lo que su captura se considera ilegal. El reciente caso de un joven que, imprudentemente, capturó a un cocodrilo de tamaño similar en la colonia Candelario Garza, ilustra a la perfección los riesgos de estas acciones temerarias. Las imágenes del joven con el reptil generaron una oleada de críticas en redes sociales, destacando la irresponsabilidad y la falta de conciencia sobre la importancia de la preservación de estas especies.

La recomendación es clara: ante cualquier avistamiento, lo primero es contactar a los números de emergencia. Evitar el contacto directo con el animal es crucial. En zonas propensas a la presencia de cocodrilos, como las cercanías de lagunas, ríos, canales y drenes pluviales, la precaución debe ser máxima, especialmente durante la temporada de lluvias. Evitar ingresar al agua en estas áreas, sobre todo durante la noche y el amanecer, cuando los cocodrilos están más activos, es fundamental.

Alimentar, molestar o intentar capturar a un cocodrilo son acciones absolutamente desaconsejadas. Estos animales, aunque no suelen atacar sin provocación, pueden reaccionar agresivamente si se sienten amenazados. Mantener una distancia segura es primordial, y la colaboración ciudadana, reportando avistamientos, es esencial para la seguridad de todos. Incluso detalles aparentemente insignificantes, como evitar dejar restos de comida o basura cerca del agua, pueden marcar la diferencia, ya que estos pueden atraer a los cocodrilos. La educación y la concienciación, tanto a nivel familiar como comunitario, son herramientas clave para la prevención. En caso de un encuentro inesperado, la clave es mantener la calma y retroceder lentamente, sin movimientos bruscos y sin dar la espalda al animal. La prevención, en definitiva, puede salvar vidas.

El cocodrilo, un imponente reptil semiacuático de la familia Crocodylidae, se distingue por su cuerpo alargado, su piel escamosa y gruesa, sus patas cortas, su poderosa cola y su mandíbula repleta de dientes afilados. Distribuidas en regiones tropicales de África, Asia, América y Australia, existen diversas especies de cocodrilos. En México, el cocodrilo de pantano o Moreletii es una de las especies más comunes, habitando cuerpos de agua dulce, principalmente en estados como Veracruz, Tabasco y Tamaulipas. Su tamaño puede variar, alcanzando hasta 4 metros en algunos casos, aunque la media se sitúa entre 2 y 3 metros. Depredadores oportunistas, su dieta se compone de peces, aves, mamíferos e incluso carroña.

La protección de estas especies es crucial. En México, los cocodrilos se encuentran bajo protección legal debido a la amenaza que representó la caza furtiva y la destrucción de su hábitat. Su presencia en zonas urbanas es, en muchos casos, una consecuencia directa de las alteraciones en su entorno natural, como las inundaciones y desbordamientos. La convivencia entre humanos y cocodrilos requiere, por tanto, de respeto, precaución y una profunda comprensión de la importancia de preservar la biodiversidad.

Fuente: El Heraldo de México