
2 de julio de 2025 a las 03:25
Chiapas: Ganado sano, exportación segura.
Tras un periodo de restricciones, la esperada noticia ha llegado: el próximo 7 de julio marca el reinicio escalonado de la importación de ganado bovino en pie desde México hacia Estados Unidos. Este anuncio, que trae un alivio palpable al sector ganadero mexicano, es fruto del esfuerzo conjunto y la colaboración binacional en la lucha contra el gusano barrenador del ganado. No solo se trata de una victoria para la economía, sino también un testimonio de la eficacia de las estrategias sanitarias implementadas.
Estados Unidos ha reconocido la labor conjunta como un ejemplo de cooperación exitosa en materia sanitaria. Si bien se había propuesto un calendario inicial, México, con la vista puesta en el beneficio de sus productores, solicitó una revisión que permitiera acelerar los plazos de reapertura. Esta proactividad demuestra el compromiso del país con el dinamismo y la fortaleza de su sector pecuario.
En Chiapas, epicentro de la vigilancia sanitaria, se han desplegado puntos de inspección estratégicos en zonas clave como Catazajá, Suchiate y Arriaga. Esta red de control, en la que participan organismos como SENASICA, la Guardia Nacional y autoridades locales, es fundamental para garantizar la seguridad sanitaria y prevenir la entrada del gusano barrenador. Chiapas, por su ubicación geográfica, se convierte en un punto neurálgico en la contención de esta plaga, previniendo su ingreso desde Centroamérica a través de embarques ilegales.
La región norte de Chiapas, identificada como zona de riesgo, ha reforzado sus cinturones sanitarios, especialmente en los cruces fronterizos. Recordemos que en 2024, Chiapas movilizó alrededor de 700 mil cabezas de ganado hacia el norte del país, destino donde se realiza el engorde previo a la exportación. Proteger esta cadena de producción es vital para la economía del estado y del país.
Esta reapertura comercial no solo significa una inyección económica para miles de productores, particularmente en estados con una fuerte tradición ganadera como Chiapas, sino que también impulsa el desarrollo rural, genera empleos y fortalece toda la cadena agroalimentaria. Para Estados Unidos, esta reanudación de importaciones garantiza el abastecimiento continuo de carne, la estabilidad de precios y la satisfacción de la demanda interna.
Más allá del impacto económico, la reanudación de la importación de ganado simboliza la confianza bilateral y el compromiso con los estándares internacionales de sanidad animal. Refuerza la cooperación técnica entre México y Estados Unidos, mejora la trazabilidad del ganado y promueve prácticas de producción más sostenibles y seguras, elevando la competitividad de la ganadería en el mercado global.
Hablando del gusano barrenador (Cochliomyia hominivorax), es crucial entender la amenaza que representa. Esta plaga, altamente destructiva, afecta a animales de sangre caliente, incluyendo el ganado bovino, y en raras ocasiones, a humanos. La larva de esta mosca se alimenta del tejido vivo del animal, causando graves lesiones, infecciones, pérdida de peso y, en casos extremos, la muerte.
La erradicación del gusano barrenador en diversas regiones ha sido posible gracias a programas binacionales como el implementado entre México y Estados Unidos, basado en la liberación de moscas macho esterilizadas. Esta técnica, conocida como la Técnica del Insecto Estéril, interrumpe el ciclo reproductivo de la plaga, controlando su propagación.
La vigilancia en Chiapas es crucial. Su proximidad con Centroamérica, donde el gusano barrenador aún está presente, exige un control sanitario riguroso en la frontera sur. El objetivo es claro: proteger la ganadería nacional y asegurar la continuidad de las exportaciones, especialmente hacia Estados Unidos, un mercado que exige altos estándares sanitarios. El futuro de la ganadería depende de la constante vigilancia y la colaboración internacional.
Fuente: El Heraldo de México