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3 de julio de 2025 a las 00:20
Alerta: Intoxicación masiva en fiesta escolar
La alegría y la celebración que debieron marcar la graduación de la Escuela Primaria “Naciones Unidas” en Reynosa, Tamaulipas, se transformaron en una pesadilla de vómitos, diarrea, fiebre y malestar general para cientos de asistentes. Lo que prometía ser un festejo inolvidable se convirtió en una amarga experiencia que ha dejado a aproximadamente 350 personas, entre estudiantes, maestros, padres de familia e invitados, con graves problemas de salud. La presunta culpable: la empresa “Banquetes Bunny” y sus alimentos, aparentemente, en mal estado.
La indignación se extiende como la pólvora en la comunidad. La magnitud de la intoxicación ha desbordado la capacidad de atención de los centros de salud locales, donde se agolparon decenas de personas buscando alivio a sus síntomas. Este incidente ha puesto en evidencia no solo la aparente negligencia en el manejo de alimentos por parte de “Banquetes Bunny”, sino también la vulnerabilidad del sistema de salud ante emergencias de este tipo. Las voces de descontento se multiplican, exigiendo respuestas y responsabilidades.
Más allá de la intoxicación, la calidad del servicio proporcionado por “Banquetes Bunny” ha sido duramente cuestionada. El menú, que incluía pechuga, espagueti y puré de papa, distó mucho de lo prometido. Testimonios de los asistentes describen un platillo insípido, frío y con una presentación deplorable, muy diferente a la degustación previa que había convencido a la escuela de contratar sus servicios. Este incumplimiento contractual añade otra capa de frustración a la ya difícil situación de los afectados.
En la era digital, la indignación no se limita al ámbito privado. Las redes sociales se han convertido en el altavoz de las familias afectadas, quienes comparten sus experiencias y buscan respuestas. Sin embargo, en lugar de asumir su responsabilidad y ofrecer soluciones, “Banquetes Bunny” ha optado por una estrategia que ha avivado aún más las llamas de la controversia: bloquear a los usuarios que expresan sus quejas en su página oficial. Esta actitud evasiva, lejos de calmar la situación, ha generado una ola de críticas y ha aumentado la desconfianza hacia la empresa.
Historias personales, como la de Anna DZ, quien a través de Facebook compartió la angustia de ver a toda su familia enferma tras el evento, humanizan la tragedia y ponen rostro al sufrimiento causado por esta negligencia. Su testimonio, junto a los de muchos otros, clama por justicia y exige una investigación exhaustiva que determine las causas de la intoxicación y las responsabilidades de “Banquetes Bunny”. La comunidad espera que este incidente sirva como un llamado de atención para fortalecer las medidas de control sanitario en los servicios de catering y para garantizar la seguridad alimentaria de todos los ciudadanos. Mientras tanto, la incertidumbre y la indignación siguen latentes en Reynosa, a la espera de respuestas y soluciones concretas. ¿Qué medidas tomarán las autoridades? ¿Responderá "Banquetes Bunny" por sus acciones? El futuro de la empresa y la confianza de la comunidad penden de un hilo.
Fuente: El Heraldo de México