La repentina partida de Daniel Bisogno ha dejado un vacío inmenso en el mundo del espectáculo, pero aún más profundo en el corazón de quienes compartieron con él momentos significativos, como Atala Sarmiento. En una conmovedora entrevista reciente, la periodista se sinceró sobre el complejo duelo que atraviesa, un proceso teñido por la distancia y los años de separación que, paradójicamente, no la prepararon para la ausencia definitiva. Recordó con nostalgia las últimas comunicaciones que intercambiaron, mensajes que hoy adquieren un valor invaluable.

Atala reveló el último mensaje escrito que recibió de Bisogno, un texto cargado de emotividad donde él expresaba su perdón por cualquier malentendido del pasado y la inmensa alegría que le producía saber de ella. "No te he contestado porque tu mensaje me ha hecho llorar sin parar, pues cuando algo así viene de una persona que quieres tanto y la verdad tú eres la amiga que más he querido", le escribió Daniel, palabras que resonaron profundamente en Atala y que hoy, tras su fallecimiento, cobran una nueva dimensión, la de un último adiós velado, un testimonio del cariño que aún persistía a pesar de la distancia y el tiempo. Incluso se refirió a sí mismo con una pizca de humor negro, llamándose "el ser de oscuridad que soy", un detalle que seguramente solo quienes lo conocían de cerca podían apreciar en toda su complejidad.

La periodista también compartió un audio que recibió de Bisogno en su último cumpleaños, en 2024. En él, Daniel expresaba su felicidad por recibir un mensaje de ella, un detalle que le llenó de alegría en un día tan especial. "Mi querida Ata, qué bueno que me escribiste eso, tú en Palermo y yo en la Álvaro Obregón, no puede ser", decía, marcando la distancia geográfica que los separaba, una distancia que entonces parecía salvable, un océano que se podía cruzar con un proyecto conjunto en internet, una idea que quedó flotando en el aire, un testimonio de la intención de reencontrarse en el ámbito profesional, un deseo truncado por el destino.

El dolor de Atala es palpable. Describe su duelo como "muy raro", una sensación de irrealidad que la embarga. "Me sigue costando trabajo aceptar la idea de que ya no está", confesó con la voz entrecortada. La distancia física que los separaba durante años, ese océano que parecía inmenso, se vuelve insignificante ante la inmensidad de la ausencia definitiva. "No es que estemos lejos o nos separe un océano, es que él ya no está en este plano terrenal", explica con una crudeza que conmueve. La imposibilidad de un reencuentro, de volver a compartir un café, una charla, un proyecto, es una realidad que aún le cuesta asimilar.

La partida de Daniel Bisogno ha dejado un hueco imposible de llenar. Sus palabras, su humor, su presencia, son irremplazables. Para Atala Sarmiento, la pérdida de su amigo y colega es un golpe duro, un proceso de duelo que apenas comienza y que sin duda marcará un antes y un después en su vida. La memoria de Daniel, sin embargo, seguirá viva en el recuerdo de quienes lo amaron y admiraron, y en cada uno de los mensajes y audios que, como tesoros preciados, guardan quienes tuvieron la fortuna de compartir un fragmento de su vida. Su legado, como el eco de su voz, resonará en los pasillos de la televisión y en el corazón de su público, un público que hoy lo llora y lo recuerda con cariño.