
1 de julio de 2025 a las 17:30
Sheinbaum: No espionaje en nueva Ley Telecom
La polémica en torno a la nueva Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión continúa generando debate. Las declaraciones de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y del titular de la Agencia de Transformación Digital, José Antonio Peña Merino, buscan tranquilizar a la ciudadanía asegurando que no se implementarán mecanismos de espionaje ni censura. Sin embargo, la controversia persiste y es crucial analizar a fondo los argumentos presentados.
Se nos dice que el artículo 183 del nuevo dictamen es idéntico al de la ley vigente del 2014, obligando a los operadores a colaborar con las autoridades judiciales. ¿Es esta similitud suficiente para disipar las preocupaciones? Expertos legales argumentan que la interpretación y aplicación de la ley pueden variar, independientemente de la redacción textual. El contexto político y social, así como las prácticas gubernamentales, juegan un papel fundamental en cómo se ejercen estas facultades. ¿Qué garantías existen de que esta colaboración no se utilizará para fines distintos a los estrictamente legales? ¿Cómo se evitará la solicitud indiscriminada de información de los usuarios?
Se hace hincapié en que ni el gobierno ni la Agencia Digital podrán acceder a la información de los usuarios sin una orden judicial, tal como lo establece el artículo 16 Constitucional y el Código Nacional de Procedimientos Penales, avalado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. No obstante, la historia nos muestra que la obtención de órdenes judiciales, en ocasiones, puede estar sujeta a presiones políticas o a interpretaciones laxas de la ley. ¿Qué mecanismos de control y transparencia se implementarán para asegurar la imparcialidad en la emisión de estas órdenes? ¿Cómo se protegerá a los ciudadanos de posibles abusos?
La comparación entre el artículo 190 de la ley actual y el 183 del proyecto aprobado en el Senado revela cambios sutiles pero significativos. Se sustituye la "localización geográfica, en tiempo real, de los equipos de comunicación móvil" por la "localización geográfica, en tiempo real, de los equipos terminales". Este cambio, aunque aparentemente menor, amplía el alcance de la ley, incluyendo no solo teléfonos móviles, sino también tabletas, computadoras y cualquier otro dispositivo con conexión a internet. ¿Qué implicaciones tiene esta ampliación para la privacidad de los ciudadanos? ¿Se justifica esta mayor intromisión en la vida digital de las personas?
La discusión en la Cámara de Diputados será crucial para el futuro de esta ley. Es fundamental que los legisladores realicen un análisis exhaustivo y escuchen las voces de la sociedad civil, expertos en tecnología y derechos digitales. La transparencia y el debate público son esenciales para garantizar una ley que proteja tanto la seguridad nacional como los derechos fundamentales de los ciudadanos. La ciudadanía debe mantenerse informada y participar activamente en este proceso, exigiendo respuestas claras y garantías sólidas. El futuro de nuestra privacidad digital está en juego.
Fuente: El Heraldo de México