
1 de julio de 2025 a las 06:05
Justicia para Esteban: ¿Un maestro condenado injustamente?
La sombra de la tragedia se cierne sobre la comunidad educativa de Mexicali, Baja California. El profesor Esteban Canchola, un nombre que resonaba con afecto y respeto entre sus exalumnos, ahora carga con el peso de una sentencia que ha dividido opiniones y sembrado la incertidumbre en el gremio docente. Con más de una década dedicada a la formación de niños en las aulas de primaria, Canchola era reconocido no solo por su entrega dentro del salón de clases, sino también por su pasión por el fútbol americano, deporte que compartía con sus alumnos fuera del horario escolar. Esa pasión, irónicamente, se convirtió en el telón de fondo de un incidente que cambiaría su vida para siempre.
El 31 de octubre de 2023, la Escuela Primaria “Eucario Zavala” se convirtió en el escenario de una desgracia. Mientras los niños esperaban el inicio de la jornada escolar, jugando fútbol en el patio, Martín Damián, un alumno del profesor Canchola, sufrió una caída que le provocó un severo golpe en la cabeza. La alegría infantil se transformó en angustia, y la pelota de fútbol quedó silenciada por la preocupación.
Las horas posteriores al accidente fueron una carrera contra el tiempo. Martín Damián fue trasladado a una clínica con el seguro escolar, pero el diagnóstico fue devastador: muerte cerebral. Días después, la triste noticia confirmaba el fallecimiento del menor. La comunidad escolar se sumió en el dolor, y la búsqueda de respuestas comenzó.
La acusación contra el profesor Canchola, de omisión de cuidados, cayó como un rayo en medio de la tormenta. A pesar de que, según el testimonio de su hija, el profesor no se encontraba en el lugar al momento del accidente y siguió el protocolo establecido al ser informado, incluyendo la notificación a los padres, el juez lo declaró culpable. Esta decisión ha generado un intenso debate en redes sociales y en el seno de la comunidad educativa.
Por un lado, se alzan las voces de apoyo al profesor Canchola, quienes lo recuerdan como un docente dedicado y humano. Exalumnos han compartido anécdotas que lo pintan como un maestro ejemplar, comprometido con la formación integral de sus estudiantes. "Fue mi maestro hace 10 años y aún lo recuerdo como uno de los mejores. Dedicado, humano, entregado", escribió uno de ellos en redes sociales.
Por otro lado, la tragedia ha despertado el temor en otros docentes, quienes se preguntan si podrían enfrentar una situación similar. La incertidumbre se extiende como una mancha de aceite, alimentando la preocupación sobre la responsabilidad legal de los profesores ante accidentes que ocurren fuera del horario escolar. El caso del profesor Canchola se convierte así en un precedente que genera inquietud y plantea la necesidad de una mayor claridad en los protocolos y responsabilidades dentro del ámbito escolar.
El debate continúa, y la pregunta persiste: ¿dónde termina la responsabilidad del docente y comienza la de los padres o la propia institución educativa? La respuesta, sin duda, es compleja y requiere un análisis profundo que considere todos los factores involucrados. Mientras tanto, la historia del profesor Canchola se convierte en un símbolo de la fragilidad de la labor docente y de la necesidad de un diálogo constructivo que proteja tanto a los alumnos como a quienes se dedican a su formación. La comunidad educativa de Mexicali espera que este caso sirva para generar cambios positivos y evitar que tragedias similares vuelvan a ocurrir.
Fuente: El Heraldo de México