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1 de julio de 2025 a las 22:35

Frontera cerrada: Ganado en riesgo

La incertidumbre se ha apoderado del sector ganadero sonorense. El cierre de la frontera con Estados Unidos, motivado por la propagación del gusano barrenador, ha dejado una profunda herida en la economía de los productores. Imaginen la magnitud del problema: 100 mil cabezas de ganado, esperando cruzar la frontera, representan una pérdida estimada de 150 millones de dólares. Una cifra que golpea directamente el bolsillo de los ganaderos y, por extensión, a la economía de todo el estado de Sonora.

Juan Ochoa Valenzuela, presidente de la Unión Ganadera Regional de Sonora, ha sido la voz de la preocupación del sector. En una entrevista concedida a "La Noticias con Javier Alatorre" de El Heraldo Radio, Ochoa Valenzuela pintó un panorama desolador. "100 mil cabezas de ganado a un precio promedio de mil 500 dólares… hablamos de 150 millones de dólares que no han ingresado al estado", declaró, resaltando la gravedad de la situación. Este bloqueo ha obligado a los ganaderos a buscar alternativas dentro del mercado nacional, pero la realidad es cruda: los precios internos no se comparan con los que se obtienen en la exportación a Estados Unidos. Es una solución a medias, una válvula de escape que no compensa las pérdidas.

Un respiro, aunque tenue, llega con el anuncio de la reapertura gradual de la frontera por parte de la secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke L. Rollings. Esta noticia, tras dos largos meses de cierre, se recibe con cautela pero con esperanza. La paulatina reactivación del cruce fronterizo promete aliviar, poco a poco, la presión sobre el sector. Sin embargo, la incertidumbre persiste. ¿Cuánto tiempo tomará normalizar la situación? ¿Se recuperarán las pérdidas?

Como si el cierre de la frontera no fuera suficiente, los ganaderos sonorenses enfrentan otro enemigo formidable: la sequía. Ochoa Valenzuela la ha calificado como la peor en la historia del estado. Dos años sin lluvias han dejado profundas huellas en el sector. La escasez de agua impacta directamente en la producción, elevando los costos y mermando la calidad del ganado. A pesar de este panorama sombrío, se aferran a la esperanza de las lluvias pronosticadas para este año. Un rayo de luz en medio de la tormenta.

Ante la adversidad, la unión hace la fuerza. Los ganaderos sonorenses trabajan codo a codo con las autoridades estadounidenses y federales, buscando soluciones conjuntas. El enfoque está puesto en las cuarentenarias, dos instalaciones cruciales para garantizar la sanidad del ganado destinado a la exportación. La reapertura de la frontera es una señal positiva, un reconocimiento al trabajo realizado. La revisión por parte de las autoridades estadounidenses ha dado resultados favorables, demostrando la eficacia de las medidas implementadas.

El mensaje es claro: la colaboración y el compromiso con la sanidad animal son fundamentales. Mantener las fronteras seguras, tanto para México como para Estados Unidos, es la clave para proteger la ganadería nacional y garantizar la estabilidad del sector. El camino no es fácil, pero la determinación de los ganaderos sonorenses, junto con el apoyo de las autoridades, permite vislumbrar un futuro más prometedor. La lucha contra el gusano barrenador y la sequía continúa, pero la esperanza se mantiene viva.

Fuente: El Heraldo de México