
1 de julio de 2025 a las 20:50
Celular explota en restaurante
La tranquilidad de un desayuno entre amigas se vio abruptamente interrumpida en un restaurante de la exclusiva colonia Jardines del Pedregal. Nueve mujeres compartían una mañana aparentemente normal en el establecimiento ubicado en Boulevard de la Luz 777, cuando una batería portátil, conectada a un celular, decidió robarse el protagonismo de la peor manera posible. Imaginen la escena: risas, conversaciones animadas, el tintineo de la cubertería contra la porcelana… y de repente, una sutil columna de humo que rápidamente se transforma en una amenazante llamarada.
El video, que ya circula por redes sociales como la pólvora, muestra el pánico que se apoderó del lugar. La dueña del dispositivo y sus acompañantes, presas del susto, se levantan de un salto y corren buscando refugio, al igual que el resto de los comensales. El ambiente distendido se convierte en un caos de movimientos apresurados y gritos de alarma. Los empleados del restaurante, con una admirable rapidez de reflejos, activan el extintor y logran controlar las llamas antes de que la situación se descontrole por completo. Sin embargo, una densa nube de humo persiste, impregnando el aire con un olor acre y recordando a todos los presentes la fragilidad de la normalidad.
Ante la incertidumbre y el riesgo latente, el personal del restaurante toma la sabia decisión de contactar al Heroico Cuerpo de Bomberos. Aunque el fuego ya estaba controlado, la presencia de los expertos era crucial para descartar cualquier peligro adicional y asegurar la completa seguridad del local. Este incidente, que por fortuna no dejó heridos, sirve como un recordatorio contundente de los riesgos ocultos que pueden esconderse en dispositivos tan cotidianos como las baterías portátiles.
En la era de la hiperconexión, estos pequeños aliados se han convertido en indispensables para mantenernos comunicados. Nos permiten extender la vida de nuestros celulares y evitar la angustia de quedarnos sin batería en momentos cruciales. Sin embargo, como cualquier dispositivo electrónico, las baterías portátiles requieren un uso responsable y consciente. El calor excesivo, ya sea por una sobrecarga, un cortocircuito o simplemente por dejarlas expuestas al sol, puede convertirlas en auténticas bombas de tiempo.
¿Qué podemos hacer para evitar situaciones similares? La prevención es clave. Es fundamental adquirir baterías portátiles de marcas reconocidas que cumplan con los estándares de seguridad. Asimismo, debemos evitar dejarlas conectadas por periodos prolongados de tiempo, especialmente si notamos que se calientan. Un buen hábito es desconectarlas una vez que nuestro celular haya alcanzado la carga completa. También es importante revisar periódicamente el estado de la batería y del cable de conexión, buscando cualquier signo de daño o deterioro. Y por supuesto, jamás debemos dejarlas cerca de materiales inflamables.
El incidente en Jardines del Pedregal no es un caso aislado. En los últimos años, se han reportado numerosos casos de explosiones de baterías portátiles en diferentes partes del mundo, algunos con consecuencias mucho más graves. Este hecho nos obliga a reflexionar sobre la importancia de informarnos y tomar precauciones para evitar que un simple accesorio se convierta en una fuente de peligro. La tecnología nos facilita la vida, pero también nos exige responsabilidad.
Fuente: El Heraldo de México