
1 de julio de 2025 a las 21:25
Alcalde recibe a bebé nacida entre inundaciones
En medio de la tempestad, un rayo de luz. Mientras el municipio de González lucha contra la furia de la tormenta tropical Barry, una historia de resiliencia y esperanza emerge de entre las aguas embravecidas. La madrugada del martes, mientras el rugido del agua y el viento azotaban el ejido La Tamaholipa, una nueva vida se abría paso, desafiando la adversidad y recordándonos la fuerza indomable del espíritu humano.
Debany Guadalupe, una joven embarazada, se encontraba atrapada por la crecida de ríos y arroyos que habían convertido las carreteras en ríos impasables. La angustia crecía con cada minuto, la incertidumbre la envolvía como las aguas que amenazaban su seguridad y la de su bebé por nacer. Aislada y con el temor atenazándola, Debany se aferraba a la esperanza de un rescate.
La llamada de auxilio resonó en los oídos de los equipos de emergencia, quienes, sin dudarlo, se lanzaron a una carrera contra el tiempo. La situación era crítica, la joven necesitaba atención médica urgente. En medio del caos y la desesperación, una figura se alzó como un faro de esperanza: el alcalde de González, Miguel Alejandro Zúñiga Rodríguez, no solo como la máxima autoridad del municipio, sino también como médico, dispuesto a poner sus conocimientos y su valentía al servicio de su comunidad.
Con determinación y pericia, el alcalde Zúñiga Rodríguez se trasladó al lugar, abriéndose paso entre las inundaciones y los escombros. El tiempo apremiaba. Al llegar, se encontró con Debany, rodeada por el agua y la incertidumbre, pero con una fuerza interior admirable. En ese instante, el ejido La Tamaholipa se convirtió en un improvisado quirófano, la naturaleza rugiente, en testigo silencioso de un milagro.
Bajo la luz tenue de las linternas y el sonido incesante de la lluvia, el alcalde Zúñiga Rodríguez asistió el parto, poniendo en práctica sus años de experiencia médica. La tensión era palpable, cada segundo contaba. Finalmente, un llanto rompió el silencio, un llanto que anunciaba la llegada de una nueva vida, un llanto que resonaba como un himno a la esperanza en medio de la devastación.
Renata, así la llamó su madre. Un nombre que evoca renacimiento, una nueva oportunidad. Sin embargo, entre los rescatistas y los habitantes del ejido, ya empieza a circular otro nombre, un nombre cargado de simbolismo: "Berryta", en recuerdo de la tormenta que, paradójicamente, vio nacer a esta pequeña guerrera.
Madre e hija fueron trasladadas al Centro de Salud de Servicios Ampliados (CESSA) en un vehículo del Ejército Mexicano, donde reciben la atención médica necesaria. Ambas se encuentran en buen estado de salud, un testimonio de la fortaleza humana y la eficacia de la respuesta de emergencia.
La historia de Renata, o "Berryta", como cariñosamente la llaman algunos, se ha convertido en un símbolo de esperanza para el municipio de González, una luz que brilla en medio de la oscuridad dejada por la tormenta Barry. Un recordatorio de que incluso en las situaciones más adversas, la vida encuentra la manera de abrirse paso, de florecer, de sorprendernos con su tenacidad y su belleza.
El alcalde Zúñiga Rodríguez, visiblemente emocionado, declaró: “Este es un momento que no olvidaré. Como médico y como alcalde, es un privilegio poder servir a mi gente, más aún en circunstancias como esta”. Sus palabras reflejan el compromiso y la vocación de servicio que lo impulsaron a actuar con valentía y determinación.
El gobierno municipal ha expresado su profundo agradecimiento al Ejército Mexicano, a Protección Civil y a todos los voluntarios que han trabajado incansablemente para brindar apoyo a las familias afectadas. Su labor, en medio del peligro y la adversidad, es un ejemplo de solidaridad y entrega. La historia de "Berryta" nos recuerda que, incluso en medio de la tormenta, siempre hay espacio para la esperanza, para la vida, para el milagro.
Fuente: El Heraldo de México