
1 de julio de 2025 a las 02:10
Tragedia en Puebla: Madre e hija fallecen en incendio
El resplandor anaranjado iluminó la noche de Cuautlancingo, un brillo siniestro que anunciaba la tragedia. En la tranquila oscuridad del fraccionamiento Galaxia Almecatla, la pesadilla se hacía realidad para una familia que apenas comenzaba a escribir su historia en un nuevo hogar. El fuego, implacable y voraz, devoraba una vivienda, atrapando entre sus fauces a cuatro personas. La escena, dantesca, quedará grabada en la memoria de los vecinos que, impotentes, observaban cómo las llamas se elevaban hacia el cielo, llevándose consigo la vida de una madre y su hija.
El silencio de la madrugada se rompió con los gritos desesperados y el crepitar del fuego. Vecinos alertaron a los servicios de emergencia, mientras intentaban, con valentía y desesperación, rescatar a quienes se encontraban atrapados en el interior. La solidaridad se hizo presente en medio del caos, manos amigas se extendían para ayudar, para intentar arrancar del abrazo mortal de las llamas a quienes luchaban por sobrevivir.
La llegada de los bomberos trajo consigo una luz de esperanza, pero el tiempo jugaba en contra. A pesar de los denodados esfuerzos de los vulcanos, la intensidad del incendio dificultaba las labores de rescate. Dos hombres, uno de 25 y otro de 16 años, lograron ser rescatados con vida, aunque con quemaduras que marcarán para siempre su piel y su memoria. Sin embargo, para la madre de 45 años y su hija de 18, la ayuda llegó demasiado tarde. El fuego, despiadado, las había arrebatado de este mundo, dejando un vacío irreparable en el corazón de sus seres queridos y de la comunidad.
La tragedia deja al descubierto la precariedad en la que muchas familias viven, obligadas a recurrir a métodos inseguros de iluminación ante la falta de servicios básicos. La ausencia del servicio eléctrico, según testimonios, habría forzado a la familia a utilizar veladoras, una pequeña llama que se convirtió en la chispa que desató la tragedia. Una veladora, símbolo de esperanza en la oscuridad, se transformó en un presagio de muerte, dejando una profunda reflexión sobre la importancia del acceso a servicios básicos y la necesidad de implementar medidas de seguridad en el hogar.
Las investigaciones continuarán para esclarecer los detalles de este lamentable suceso. Mientras tanto, la comunidad de Cuautlancingo se une en el dolor, abrazando a los sobrevivientes y recordando a las víctimas de este incendio que ha dejado una cicatriz imborrable en el alma del municipio. Un recordatorio trágico de la fragilidad de la vida y la importancia de la prevención. ¿Cuántas tragedias más serán necesarias para que se garantice el acceso a servicios básicos a todas las familias? ¿Cuántas vidas más se consumirán en las llamas de la indiferencia?
Las autoridades hacen un llamado a la ciudadanía a extremar precauciones en el uso de velas y otros elementos inflamables, especialmente en hogares con menores de edad o personas de la tercera edad. Revisar las instalaciones eléctricas periódicamente y contar con un extintor en casa son medidas que pueden salvar vidas. La prevención es la mejor herramienta para evitar que tragedias como esta vuelvan a ocurrir.
Fuente: El Heraldo de México