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30 de junio de 2025 a las 21:10

¿Rostro o pez? Descubre tu curiosidad

La fascinación por desentrañar los misterios de nuestra personalidad ha impulsado la popularidad de los tests psicológicos, y en particular, de los tests visuales que inundan las redes sociales. Estos retos virales, con su promesa de revelarnos aspectos ocultos de nuestro ser en cuestión de segundos, se han convertido en un fenómeno cultural. Pero, ¿qué hay detrás de esta atracción? ¿Son simples juegos o pueden ofrecernos una verdadera introspección? Analicemos el caso del test que nos ocupa: una imagen ambigua donde se presentan dos opciones, un rostro o unos peces. La premisa es sencilla: lo que capte nuestra atención primero revelará un aspecto clave de nuestra personalidad.

La elección del rostro, según algunos expertos, podría sugerir una inclinación hacia lo interpersonal, una mayor sensibilidad a las emociones ajenas y una tendencia a priorizar las conexiones humanas. Personas que se identifican con esta opción podrían ser descritas como empáticas, sociables y con una gran capacidad para la comunicación. Suelen disfrutar del trabajo en equipo y se sienten cómodas en entornos sociales dinámicos. Sin embargo, esta misma sensibilidad puede hacerles más vulnerables a las críticas y a la influencia del entorno.

Por otro lado, quienes se sienten atraídos por la imagen de los peces podrían tener una personalidad más introspectiva y analítica. Suelen ser observadores, con una gran capacidad para la concentración y el pensamiento abstracto. Prefieren la independencia y disfrutan de actividades que les permitan explorar su mundo interior, como la lectura, la escritura o la meditación. Suelen ser personas creativas y con una gran capacidad para la resolución de problemas. No obstante, esta tendencia a la introspección puede, en ocasiones, llevarles al aislamiento y a la dificultad para expresar sus emociones.

Es importante recordar que estos tests virales no tienen una base científica rigurosa y no deben ser considerados como un diagnóstico definitivo. Son, más bien, una herramienta lúdica que nos invita a la reflexión y al autoconocimiento. La interpretación de los resultados debe ser tomada con cautela, considerando que la personalidad es un constructo complejo influenciado por múltiples factores, y no puede ser reducida a una simple dicotomía.

Más allá de la elección específica, la verdadera riqueza de estos ejercicios radica en la posibilidad de iniciar un diálogo interno. Preguntarnos por qué nos sentimos atraídos por una imagen en particular, qué emociones nos evoca y qué nos dice sobre nuestra forma de percibir el mundo, puede ser un primer paso hacia una mayor comprensión de nosotros mismos. La clave está en utilizar estos tests como un punto de partida para la autoexploración, y no como una verdad absoluta.

En definitiva, la popularidad de estos tests visuales refleja nuestra necesidad innata de conocernos mejor. Si bien es cierto que no ofrecen respuestas definitivas, nos brindan la oportunidad de conectar con nuestro mundo interior de una forma divertida y accesible. Y en ese proceso de descubrimiento, quizás encontremos algunas claves para comprender mejor quiénes somos y hacia dónde queremos ir.

Fuente: El Heraldo de México