
30 de junio de 2025 a las 21:35
Picaduras dejan a madre al borde de la muerte
El zumbido incesante de los mosquitos, ese sonido tan característico de las noches de verano, se convirtió en la banda sonora de una tragedia inesperada para la familia Hickey-Brougham. Lo que prometía ser un idílico escape de 12 días al sol y las playas doradas de Tenerife, se transformó en una angustiosa lucha por la vida. Emma Hickey, de 42 años, madre y esposa, se encuentra ahora debatiéndose entre la vida y la muerte tras una serie de eventos desafortunados que comenzaron con unas simples picaduras de mosquito.
Imaginen la escena: una familia feliz, disfrutando del sol canario, construyendo castillos de arena y chapoteando en las olas cristalinas. De repente, la alegría se ve interrumpida por la aparición de unas ronchas inflamadas en la piel de Emma. Picaduras de mosquito, aparentemente inofensivas, que pronto desencadenarían una pesadilla. La preocupación inicial se convirtió en alarma cuando las picaduras no cedían, sino que empeoraban. La búsqueda de ayuda médica los llevó a un pequeño consultorio local, donde la incertidumbre del diagnóstico los remitió al hospital. ¿Qué tipo de reacción alérgica estaba sufriendo Emma? ¿Era algo más grave?
La administración de un medicamento, con la intención de aliviar la inflamación y el malestar, parece haber sido el detonante de la tragedia. Si bien aún se investiga si fue una reacción adversa al fármaco o si las picaduras en sí mismas desencadenaron una complicación inesperada, lo cierto es que el estado de Emma empeoró drásticamente. El viaje a la farmacia para una segunda dosis se convirtió en un camino sin retorno.
Bajando las escaleras del hotel, rodeada de su pareja, Stephen Brougham, de 44 años, y sus dos hijos, la pesadilla se materializó. Un mareo repentino, una queja ahogada, y Emma se desplomó sobre el frío hormigón. El impacto contra los escalones resonó como un trueno en los oídos de su familia. Convulsiones. Pánico. La imagen de su esposa e madre, inerte en el suelo, quedará grabada para siempre en la memoria de Stephen y sus hijos.
El diagnóstico del hospital fue devastador: hemorragia cerebral y fracturas de cuello. Emma fue inducida a un coma, su vida pendiendo de un hilo. Mientras los médicos luchan por salvarla, su familia se enfrenta a otra batalla: la de los gastos médicos, que se acumulan implacablemente. Han lanzado un llamado a la solidaridad, aferrándose a la esperanza de que Emma despierte y pueda volver a abrazar a sus hijos.
Las palabras de Stephen, cargadas de dolor e incredulidad, resumen la tragedia: "Vinimos de vacaciones familiares encantadoras y ha sido una pesadilla". Una pesadilla que comenzó con el zumbido aparentemente inofensivo de unos mosquitos y que ahora mantiene a una familia entera en vilo, esperando un milagro a la sombra del Teide. Este caso nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de estar preparados para lo inesperado, incluso en el paraíso. ¿Qué medidas de precaución debemos tomar al viajar a zonas con alta presencia de mosquitos? ¿Qué tipo de reacciones alérgicas pueden provocar estas picaduras y cómo debemos actuar ante ellas? Estas son preguntas cruciales que debemos plantearnos para evitar que una tragedia como la de Emma vuelva a repetirse.
Fuente: El Heraldo de México