
30 de junio de 2025 a las 09:05
PAAX: Arte, danza y compromiso social
La magia del Festival Paax GNP 2025 resonará por mucho tiempo en la memoria de quienes tuvieron la fortuna de presenciarlo. Más allá de la impecable ejecución musical, de la majestuosidad del Foro Gran Tlachco bajo el cielo estrellado de la Riviera Maya, y de la ovación que coronó cada pieza, se respiraba un aire de esperanza, un testimonio palpable del poder transformador del arte.
Imaginen la escena: más de 130 músicos en perfecta armonía, dirigidos por la batuta apasionada de Alondra de la Parra. La Orquesta Armonía Social, jóvenes talentos cultivados en el seno de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, compartiendo escenario con figuras consagradas de la Orquesta Imposible, como el virtuoso pianista Thomas Enhco. Un crisol de experiencias, un puente generacional unido por la pasión universal de la música.
El programa, una exquisita combinación de clásicos y estrenos, nos llevó en un viaje emocional a través de la obra de Gershwin, nos hizo vibrar con los ritmos contagiosos del danzón de Arturo Márquez, y nos conectó con la profunda identidad mexicana con el Huapango de Moncayo. Y como si fuera poco, el estreno mundial de "Así te veo Yucatán", una joya musical creada por la joven compositora María del Carmen Virgilio, miembro del programa Armonía Social, demostró el florecimiento de nuevos talentos bajo el amparo de esta iniciativa.
Pero más allá de la brillantez técnica, lo que verdaderamente conmovió fue la entrega de estos jóvenes músicos, muchos de ellos debutando en un escenario profesional. Sus rostros reflejaban la culminación de un arduo trabajo, el orgullo de pertenecer a algo más grande que ellos mismos. En las miradas de sus padres, se podía leer la satisfacción de un sueño cumplido, la certeza de que la música no solo educa el oído, sino también el alma.
La participación de Luciano, hijo de la directora, añadió un toque de ternura familiar a la velada. Su propuesta de interpretar "En el mar" de Osvaldo Farrés, y su desempeño como percusionista, demostraron que el talento, como la pasión por la música, se transmite de generación en generación.
El clímax de la noche llegó, sin duda, con el Huapango de Moncayo. Una explosión de energía que contagió a todos los presentes, desatando una ovación que se prolongó incluso después de que la última nota se desvaneciera en el aire. La aparición del Ballet México Espectacular, con sus movimientos vibrantes y llenos de color, elevó la experiencia a un nivel aún más sublime. En ese preciso instante, la música trascendió las barreras del lenguaje y la cultura, uniendo a miles de almas en una sola emoción compartida.
El Festival Paax GNP no es solo un evento musical, es una experiencia transformadora que enriquece el espíritu. Es un recordatorio de que el arte tiene el poder de unirnos, de inspirarnos, de construir un futuro mejor. Y este año, en su cuarta edición, ha dejado una huella imborrable en el corazón de la Riviera Maya, consolidándose como un referente cultural a nivel nacional e internacional. Un festival que no solo celebra la música, sino también la esperanza, la perseverancia y el poder de la comunidad. Esperamos con ansias la próxima edición, seguros de que nos seguirá sorprendiendo y emocionando.
Fuente: El Heraldo de México