El temporal de lluvias que azota Jalisco continúa dejando una estela de tragedia y desolación a su paso. La cifra de víctimas mortales asciende ya a seis, un número que nos recuerda la fuerza implacable de la naturaleza y la vulnerabilidad que enfrentamos ante ella. Cada vida perdida representa una historia truncada, un vacío irremplazable en familias y comunidades. Desde la caída de una piedra en la barranca de Colimilla, que arrebató la vida de un hombre el pasado 11 de junio, hasta el trágico incidente en el Parque Luis Quintanar, donde la corriente se llevó a una joven y a su acompañante, la lluvia se ha convertido en un presagio de dolor para muchos jaliscienses.

La imagen de los policías tapatíos rescatando a tres personas atrapadas en su camioneta en el paso a desnivel de las avenidas Inglaterra y Niños Héroes, nos ofrece un rayo de esperanza en medio de la tormenta. Su valentía y rápida actuación demuestran la solidaridad y el espíritu de servicio que caracteriza a nuestra comunidad. Sin embargo, este rescate también nos recuerda los peligros a los que nos exponemos al transitar por zonas inundables durante las lluvias. Es fundamental extremar precauciones, evitar cruzar corrientes de agua y atender las recomendaciones de las autoridades.

La Unidad de Protección Civil Jalisco, en su ardua labor de monitoreo y atención a la emergencia, reporta más de 500 puntos de inundación en la Zona Metropolitana de Guadalajara, algunos con niveles de agua que alcanzan hasta 1.5 metros. Esta situación crítica exige la colaboración de todos. Es importante mantenernos informados a través de los canales oficiales, evitar difundir rumores y seguir las indicaciones de Protección Civil.

Más allá de las pérdidas humanas, el impacto de las lluvias se extiende a otros ámbitos. El derrumbe de un muro en San Escobedo, que cobró la vida de una niña, y la caída de una marquesina en la colonia San Juan de Dios, que provocó la muerte de una mujer, nos alertan sobre la necesidad de revisar las estructuras de nuestras viviendas y tomar medidas preventivas para evitar accidentes.

El accidente vehicular en San Pedro Tlaquepaque, que también se cobró una vida, nos recuerda la importancia de manejar con precaución en condiciones climáticas adversas. La lluvia reduce la visibilidad y aumenta el riesgo de derrapes, por lo que es crucial disminuir la velocidad, mantener una distancia segura con otros vehículos y asegurarse de que nuestro automóvil se encuentre en óptimas condiciones.

El pronóstico de lluvias para los próximos días nos obliga a redoblar la precaución. No podemos bajar la guardia. Debemos estar preparados, informados y solidarios para afrontar los desafíos que nos presenta este temporal. Jalisco es una tierra resiliente, capaz de superar la adversidad. Juntos, podemos minimizar los riesgos y proteger la vida de nuestros seres queridos. La prevención es la mejor herramienta que tenemos a nuestro alcance.