
30 de junio de 2025 a las 12:25
Domina la informalidad sin ceder terreno.
La sombra de la informalidad laboral se extiende sobre México. Con cifras alarmantes que alcanzan los 32.9 millones de personas, la precariedad laboral se consolida como una realidad ineludible para más de la mitad de la población ocupada. Este escenario, que nos remonta a cifras de octubre de 2023, no solo frena el desarrollo económico del país, sino que también vulnera la calidad de vida de millones de familias mexicanas.
El reciente incremento de casi 189 mil personas en la informalidad, registrado entre abril y mayo de 2025, enciende las alarmas y nos obliga a reflexionar sobre las causas profundas de esta problemática. Si bien la generación de empleo es un factor positivo, la calidad del mismo es crucial. De nada sirve crear empleos si estos condenan a los trabajadores a la inestabilidad, la falta de prestaciones y la incertidumbre económica. Como bien señala Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, la informalidad se convierte en un punto vulnerable para los hogares, impidiendo su desarrollo y perpetuando un ciclo de precariedad.
La brecha de género, lamentablemente, también se manifiesta en este contexto. Con una tasa de informalidad del 55.3% entre las mujeres, frente al 54.7% en los hombres, la desigualdad se profundiza. Esta diferencia, aunque parezca mínima, refleja las barreras estructurales que aún enfrentan las mujeres en el acceso a un trabajo digno y con las mismas oportunidades.
Un análisis histórico de la tasa de informalidad en mayo de los últimos años revela una preocupante tendencia. Si bien en 2020 se observó una ligera disminución, en los años subsecuentes la cifra se ha mantenido por encima del 54%, lo que demuestra la persistencia de este problema y la necesidad de implementar políticas públicas efectivas para combatirlo. Como señala Beatriz Robles, directora de operaciones de ManpowerGroup México, la informalidad está intrínsecamente ligada a bajos salarios, ausencia de prestaciones y malas condiciones laborales, factores que impactan negativamente en el bienestar de los trabajadores y sus familias.
La creación de un millón a un millón doscientos mil empleos formales al año, cifra considerada necesaria para satisfacer la demanda del mercado laboral, se presenta como un reto titánico. Atraer la inversión y generar las condiciones propicias para el crecimiento del mercado formal son aspectos clave para revertir esta situación. Sin embargo, la complejidad del problema requiere un enfoque integral que aborde las causas estructurales de la informalidad, desde la educación y la capacitación hasta la promoción de la formalización empresarial y el fortalecimiento de la inspección laboral.
A pesar del panorama desalentador, el aumento en el número de personas ocupadas, que alcanzó los 59.9 millones en mayo de 2025, ofrece un rayo de esperanza. Sin embargo, el incremento en la tasa de desempleo, que llegó al 2.75%, nos recuerda la fragilidad del mercado laboral y la necesidad de redoblar esfuerzos para garantizar que el crecimiento económico se traduzca en empleos de calidad y en una mejora real en las condiciones de vida de todos los mexicanos. La lucha contra la informalidad es una tarea de todos, que requiere la colaboración del gobierno, el sector privado y la sociedad en su conjunto.
Fuente: El Heraldo de México