
1 de julio de 2025 a las 00:10
C5: 7 años sin intrusiones
La sombra de la duda se cierne sobre la seguridad cibernética de la Ciudad de México. Un reporte del FBI, desempolvado del archivo de 2018, ha puesto en el ojo del huracán la supuesta vulnerabilidad de las cámaras de vigilancia, en un momento en que la capital del país se jacta de poseer "el sistema más robusto del continente". La inquietante posibilidad de que el Cártel de Sinaloa haya logrado acceder a estas imágenes, con el fin de vigilar a informantes de la agencia estadounidense, abre un debate crucial sobre la protección de nuestra infraestructura digital.
Salvador Guerrero Chiprés, Coordinador General del C5, se ha pronunciado al respecto, asegurando que no existe registro alguno de una intrusión de esta magnitud en los últimos siete años. Sus palabras buscan tranquilizar a la ciudadanía, pero la mención del informe del FBI, que data de la administración de Miguel Ángel Mancera, deja un sabor amargo en el aire. ¿Es posible que un incidente de tal gravedad haya ocurrido sin dejar rastro en los archivos del C5? ¿O se trata de un error, una confusión, una exageración por parte de la agencia estadounidense?
La incertidumbre se acrecienta ante la ambigüedad del propio reporte. Según Guerrero Chiprés, el documento no especifica si las cámaras comprometidas pertenecían al C5 o a entidades privadas. Se habla genéricamente de "cámaras de la Ciudad de México", abriendo un abanico de posibilidades que dificulta la investigación y siembra la desconfianza. ¿Cuántas cámaras de vigilancia operan en la ciudad? ¿Qué protocolos de seguridad las protegen? ¿Existen mecanismos de control y auditoría que permitan detectar y prevenir este tipo de intrusiones?
El Coordinador General del C5 ha insistido en la solidez del sistema actual, destacando el acceso restringido, la priorización de seguridad en todas las etapas del proceso y la seccionamiento del control de la información. Se habla de un sistema impenetrable, capaz de detectar al instante cualquier intento de hackeo y de registrarlo para su posterior análisis. Sin embargo, la sola mención del reporte del FBI, aunque sea de hace años, pone en tela de juicio la eficacia de estas medidas. ¿Son suficientes para protegernos de las crecientes amenazas cibernéticas? ¿Estamos realmente preparados para enfrentar a organizaciones criminales con sofisticados recursos tecnológicos?
La seguridad ciudadana no es un juego. La posibilidad de que grupos delictivos accedan a la información de nuestras cámaras de vigilancia es una amenaza real que debe ser abordada con seriedad y transparencia. Es necesario esclarecer los hechos, investigar a fondo las afirmaciones del FBI y, sobre todo, reforzar la seguridad de nuestro sistema de vigilancia para garantizar la protección de la ciudadanía. El futuro de nuestra seguridad depende de ello.
Fuente: El Heraldo de México