Una despedida llena de sabor y lágrimas marcó la mañana en Sale El Sol. Juanito, el chef que durante casi una década deleitó al equipo detrás de cámaras con sus exquisitos platillos, se despidió del programa en un emotivo homenaje. Lejos de la habitual discreción de su labor culinaria, Juanito se convirtió en el protagonista indiscutible, compartiendo risas, anécdotas y, por supuesto, su sazón inigualable, una última vez.

Gustavo Adolfo Infante, con la voz teñida de nostalgia, destacó la importancia de Juanito en la familia Sale El Sol, resaltando sus nueve años de dedicación y su platillo estrella, un clásico que seguramente será recordado con cariño por todo el equipo. La chef Ingrid Ramos, con quien Juanito compartió incontables jornadas entre fogones y preparativos, lo invitó a pasar al frente de las cámaras, un escenario inusual para él, pero perfecto para sellar su despedida. Junto a Mauricio Mancera, preparó unos deliciosos tacos de rib eye, una muestra más de su talento y pasión por la cocina.

Ingrid, con la emoción a flor de piel, describió a Juanito no solo como un pilar fundamental en la cocina, sino como un amigo, un confidente, un consejero, una persona de gran corazón y un trabajador incansable. Su partida, explicó, se debe a su deseo de seguir creciendo y alcanzar nuevos sueños, un anhelo que todo el equipo celebra y apoya con entusiasmo.

Entre tortillas hechas a mano y el aroma del rib eye asándose, Juanito compartió algunas anécdotas, recordando con humor las vivencias y las personas que conoció durante su tiempo en el programa. Con la chispa que lo caracteriza, bromeó sobre las "caras buenas y no tan buenas" que conoció, evitando, eso sí, mencionar nombres y generar controversias. Confesó que alguna vez soñó con estar del otro lado de las cámaras y que, con su despedida y este emotivo homenaje, ese sueño se hacía realidad.

Mauricio Mancera, con su habitual calidez, compartió con la audiencia la importancia de Juanito en el día a día del programa. Describió cómo su sonrisa y su disposición eran lo primero que veían al llegar al foro, y cómo siempre estaba dispuesto a consentirlos con sus "sagrados alimentos", adaptándose a los antojos y necesidades de cada uno. Con palabras sinceras, le deseó la mejor de las suertes en su nueva aventura, asegurándole que Sale El Sol siempre sería su hogar.

La sorpresa de la mañana llegó con la "reaparición" de Jean Duverger, quien dedicó unas palabras llenas de cariño y admiración a Juanito. Lo describió como una de las personas que mejor lo ha hecho sentir en cualquier trabajo, destacando su calidad humana, su profesionalismo y su capacidad innata para escuchar y aconsejar.

El punto culminante llegó con un emotivo video en el que todo el elenco y la producción de Sale El Sol expresaron su gratitud y cariño hacia Juanito. Mensajes cargados de emoción y buenos deseos inundaron el estudio, provocando las lágrimas del chef, quien visiblemente conmovido, recibió un mandil personalizado como recuerdo de su paso por el programa. Los aplausos, abrazos y gritos de aliento sellaron una despedida inolvidable, llena de sabor, cariño y la certeza de que, aunque Juanito emprenda nuevos rumbos, siempre formará parte de la familia Sale El Sol. Un final agridulce, sí, pero también un nuevo comienzo lleno de posibilidades para un chef excepcional que dejó una huella imborrable en el corazón de todos.