
30 de junio de 2025 a las 02:40
Tragedia: Tacos callejeros cobran una vida.
La tragedia se cernió sobre un domingo aparentemente tranquilo en la colonia Coahuila, municipio de Juárez, Nuevo León. El aroma a tacos, usualmente sinónimo de celebración y convivencia, se tiñó de tristeza cuando José Alvarado, de 66 años, perdió la vida atragantado mientras disfrutaba de esta popular comida en un puesto callejero. La escena, en la intersección de las calles Piedras Negras y avenida Coahuila, se transformó rápidamente de un ambiente festivo a uno de desesperación. Testigos presenciaron cómo el señor Alvarado, en medio de su comida, comenzó a mostrar signos de asfixia. La imagen del bocado atascado en su garganta, la lucha por respirar, la angustia en sus ojos, quedará grabada en la memoria de quienes intentaron auxiliarlo. A pesar de los esfuerzos de los presentes, la obstrucción resultó fatal.
La llegada de los paramédicos, alertados por los testigos, confirmó el trágico desenlace: José Alvarado ya no presentaba signos vitales. El bullicio habitual de la calle dio paso al silencio, roto únicamente por las sirenas de la policía municipal, que acordonó la zona para permitir el trabajo del Servicio Médico Forense. El levantamiento del cuerpo, un procedimiento doloroso pero necesario, marcó el inicio de la investigación para confirmar oficialmente la causa del fallecimiento.
Este lamentable incidente nos recuerda la importancia de estar preparados para actuar ante una emergencia de atragantamiento. A menudo, la diferencia entre la vida y la muerte reside en la rapidez y la eficacia de nuestra respuesta. Recordemos que un atragantamiento puede manifestarse de dos maneras: obstrucción parcial y obstrucción total.
En una obstrucción parcial, la persona aún puede toser, hablar o respirar, aunque con dificultad. En estos casos, lo crucial es mantener la calma y animar a la víctima a toser con fuerza. Evitemos dar palmadas en la espalda, ya que esto podría empeorar la situación. La vigilancia constante es fundamental para detectar cualquier signo de agravamiento.
Si la persona no puede hablar, toser ni respirar, y se lleva las manos al cuello (el signo universal de atragantamiento), nos encontramos ante una obstrucción total, una situación grave que requiere acción inmediata. La cianosis, una coloración azulada de la piel, y la pérdida del conocimiento son señales alarmantes de que la víctima necesita ayuda urgente. En estos casos, la Maniobra de Heimlich es la técnica de primeros auxilios indicada para adultos y niños mayores de un año.
La Maniobra de Heimlich, un procedimiento relativamente sencillo pero de vital importancia, puede desobstruir las vías respiratorias y salvar una vida. Consiste en una serie de compresiones abdominales que ejercen presión sobre el diafragma, expulsando el aire de los pulmones y, con él, el objeto que obstruye la tráquea. Es fundamental conocer la técnica correcta para aplicarla con seguridad y eficacia. Existen numerosos recursos disponibles, desde videos instructivos en línea hasta cursos presenciales de primeros auxilios, que nos permiten familiarizarnos con este procedimiento.
La muerte de José Alvarado es una tragedia que nos conmueve y nos recuerda la fragilidad de la vida. Si bien el dolor de su pérdida es irreparable, podemos honrar su memoria aprendiendo de este incidente y equipándonos con el conocimiento necesario para actuar en situaciones similares. La Maniobra de Heimlich, una herramienta sencilla pero poderosa, puede marcar la diferencia entre la tragedia y la esperanza, entre la pérdida y la supervivencia. Informémonos, preparémonos, y estemos listos para actuar.
Fuente: El Heraldo de México