La alegría nupcial se tiñó de tragedia la noche del sábado en Iztapalapa. Un velo de tristeza cubrió la celebración de una pareja de recién casados, cuyo vehículo, engalanado con flores blancas y beige, símbolo de un nuevo comienzo, se vio involucrado en un fatal accidente con un motociclista en el cruce de avenida Tláhuac y calle Educación Pública. La escena, que debería haber sido de júbilo, se transformó en un escenario de dolor e incertidumbre.

El joven motociclista, de entre 20 y 25 años, viajaba acompañado. El impacto, brutal e inesperado, los proyectó por los aires. La falta de casco de seguridad para el conductor resultó fatal. El golpe contra el asfalto apagó su vida de manera instantánea, dejando un vacío irreparable en quienes lo conocían. Su acompañante, gravemente herido, lucha por su vida en un hospital, con un pronóstico reservado que mantiene en vilo a familiares y amigos.

Mientras los paramédicos del CRUM atendían a los heridos y los peritos realizaban las primeras investigaciones, la pareja de recién casados observaba conmocionada el trágico desenlace. Su felicidad, recién estrenada, se vio opacada por la cruda realidad de un accidente que les arrebató la posibilidad de celebrar con plenitud. El conductor del vehículo, aunque visiblemente afectado, permaneció en el lugar de los hechos, cooperando con las autoridades. Fue detenido y trasladado al Ministerio Público, donde se determinará su responsabilidad en el suceso.

Este lamentable incidente nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de la responsabilidad al volante. Las cifras del Reporte Trimestral de Hechos de Tránsito de la Semovi para el primer trimestre de 2025 son alarmantes. Casi la mitad de las muertes en accidentes de tránsito corresponden a motociclistas, una estadística que nos obliga a reflexionar sobre las medidas de seguridad vial. El incremento del 43.8% en las muertes de motociclistas por choques en comparación con el mismo periodo del año anterior es una señal de alerta que no podemos ignorar.

La falta de casco, la vulnerabilidad ante los impactos y el creciente uso de la motocicleta como medio de transporte, especialmente en una ciudad tan dinámica como la Ciudad de México, son factores que contribuyen a esta preocupante realidad. Si bien muchos accidentes ocurren sin la intervención de otros vehículos, la interacción con automóviles, como en este caso, representa un riesgo significativo para los motociclistas.

Es urgente implementar medidas que protejan a los usuarios de motocicletas. Campañas de concientización sobre el uso del casco, la revisión y el mantenimiento adecuado de las motocicletas, y el respeto a las normas de tránsito son fundamentales para reducir estas cifras. También es necesario mejorar la infraestructura vial, creando espacios más seguros para la circulación de motocicletas y promoviendo una cultura de respeto y responsabilidad entre todos los actores viales. La vida es un regalo precioso, y protegerla es una responsabilidad compartida. No permitamos que la alegría se transforme en tragedia por la falta de precaución.