La tensión familiar que envolvía a Sergio Mayer, su hijo Sergio Mayer Mori y Natalia Subtil, madre de la nieta del actor, Mila, ha dado un giro inesperado. Recientemente, Mayer expresaba su preocupación e indignación ante la supuesta imposibilidad de su hijo de ver a la pequeña Mila, de ocho años. Aseguraba que no existía ninguna orden judicial que impidiera estos encuentros, y que la madre de la niña estaba, en efecto, privando a su hijo de su derecho a la paternidad, y a Mila del derecho a convivir con su padre y su familia paterna.

Mayer manifestaba su intención de agotar las vías del diálogo antes de tomar medidas legales. "Voy a hacer un último intento por buscar un acercamiento con Natalia Subtil", declaraba, advirtiendo que de no prosperar este intento, habría consecuencias, llegando incluso a plantear la posibilidad de que Subtil perdiera la custodia de Mila. "Natalia podría perder incluso la custodia, porque le está quitando la patria potestad a mi hijo sin ningún acto jurídico", afirmaba con contundencia.

El actor enfatizaba que su principal preocupación era el bienestar de su nieta, aludiendo al "interés superior del menor". Insistía en el derecho de Mila a ver a su familia paterna, un derecho que, según sus palabras, se le estaba negando. "Ella tiene derecho a ver a su familia paterna y derecho a ver a su padre, pero ese derecho se le está negando y si sigue así tendré que proceder", declaraba, dejando entrever posibles acciones legales.

Mayer negaba rotundamente la intención de encarcelar a Subtil, pero sí apuntaba a la posibilidad de recurrir a la justicia para "hacerla entender que tiene una responsabilidad". Se refería a un supuesto incidente ocurrido hace diez años, sin especificar detalles, y a la necesidad de una "reparación del daño", aclarando que no buscaban una compensación económica, sino que Subtil dejara de "revictimizar, acusar y señalar a Sergio".

En sus declaraciones, Mayer repasaba el historial de la relación entre su hijo y Subtil, recordando que la modelo estaba casada al momento de quedar embarazada de Sergio Mayer Mori. Señalaba que su hijo, entonces menor de edad, había sido objeto de críticas y señalamientos, y que a pesar de haber sido presuntamente víctima de abuso, no había recibido justicia y continuaba siendo revictimizado.

"Mi hijo Sergio Mayer Mori lleva nueve años que lo han señalado, lo han juzgado y lo han criticado", lamentaba Mayer, insistiendo en el derecho de su hijo a una reparación del daño, tanto por parte del Estado como de quien lo victimizó. Aseguraba que la ley no lo había protegido entonces, y que ahora su nieta, Mila, estaba siendo víctima de una situación similar.

Mayer acusaba a Subtil de alienación parental, calificándola como un delito. Reconocía la labor de Subtil como madre, describiéndola como "una extraordinaria madre que le ha educado muy bien", pero insistía en que la niña no debía pagar las consecuencias de los conflictos entre sus padres. "La menor no tiene por qué pagar ningún la culpa: ni de su papá ni de su mamá", sentenciaba.

Sin embargo, en un giro inesperado de los acontecimientos, y justo al cierre de la edición donde se recogían estas declaraciones, se supo que Natalia Subtil y Sergio Mayer habían llegado a un acuerdo. Subtil invitó a Mayer y a la familia Mayer Mori a la función de teatro de Mila, sugiriendo una reconciliación y un posible camino hacia la normalización de la relación entre las partes. Este final feliz, al menos por el momento, abre la puerta a la esperanza de que Mila pueda disfrutar plenamente de la compañía de ambos lados de su familia. Habrá que esperar para ver si esta tregua se consolida en el tiempo y se traduce en una convivencia sana y estable para todos los involucrados.