El camino de Regina Pavón hacia el descubrimiento de su sexualidad ha sido un viaje fascinante, una historia que resuena con la autenticidad y la valentía de aceptarse a uno mismo. Mucho más allá de los flashes y las alfombras rojas, la actriz de 26 años nos ha regalado una visión íntima de su proceso personal, un testimonio que inspira y normaliza la exploración de la propia identidad.

Su relato comienza con un personaje en la serie 'Oscuro Deseo'. Interpretar a una chica bisexual fue la chispa que encendió la curiosidad y la introspección en Regina. Si bien por años se había identificado públicamente como heterosexual, este papel sembró la semilla de la duda, una inquietud que la llevó a cuestionar sus propias etiquetas y a aventurarse en un territorio desconocido.

En medio de una relación de siete años con el actor Benny Emmanuel, Regina comenzó a reconocer su atracción por las mujeres. Con honestidad y valentía, compartió sus sentimientos con Benny, quien, demostrando una gran madurez y comprensión, la apoyó en su proceso de autodescubrimiento. Este momento crucial destaca la importancia del diálogo y el respeto en las relaciones, incluso cuando éstas toman rumbos inesperados.

El germen de la atracción hacia las mujeres floreció durante la segunda temporada de 'Monarcas'. Aunque aún no se sentía lista para salir del clóset, Regina comenzó a percibir una conexión diferente con una chica del equipo de fotografía. Las salidas casuales, las cenas y las idas al cine fueron los primeros pasos en la exploración de esta nueva faceta de su sexualidad.

Sin embargo, la historia de amor que realmente marcó un antes y un después en la vida de Regina fue la que surgió con Ceci Flores, a quien conocía desde los 14 años. El reencuentro a través de Instagram, las conversaciones diarias y la innegable química entre ellas culminaron en un beso espontáneo en Madrid, un beso que selló el inicio de su relación.

La decisión de Regina de compartir su historia durante el mes del Pride añade un significado especial a su relato. Su testimonio se convierte en un faro de esperanza y visibilidad para la comunidad LGBTQ+, un recordatorio de que el amor se presenta en diversas formas y que la autenticidad es la clave para una vida plena.

La naturalidad con la que Regina describe su proceso de autodescubrimiento, la comprensión que recibió de su expareja y la forma en que floreció su amor con Ceci, son elementos que hacen de esta historia un ejemplo de valentía y aceptación. Su mensaje final, "No tendrías por qué sentir vergüenza de ser tú", resuena con fuerza y se convierte en un llamado a la autoaceptación y al orgullo de ser quienes somos, sin importar las etiquetas o las expectativas sociales. La historia de Regina Pavón es, sin duda, un testimonio inspirador para todos.