El Zócalo capitalino vibró ayer con la energía del Orgullo, pero la euforia se contuvo por un instante cuando La Venenito, la estrella de internet coronada en la marcha LGBT+, sufrió una aparatosa caída en pleno escenario. Miles de ojos la seguían mientras recorría la pasarela en sus altísimos tacones, radiante y saludando a sus fans. El viento jugaba con su cabello y la emoción se palpaba en el aire. De pronto, un paso en falso, un tropiezo inesperado, y La Venenito se encontró a merced de la gravedad. Por una fracción de segundo, el tiempo pareció detenerse. La multitud contuvo la respiración. Afortunadamente, la rápida reacción del presentador, quien la sostenía de la mano, evitó una caída más grave. En cuestión de segundos, y con una agilidad sorprendente, La Venenito se puso de pie, demostrando una entereza admirable. Una sonrisa nerviosa iluminó su rostro, tranquilizando a la audiencia que estalló en aplausos ante su fortaleza. El susto inicial se transformó en admiración. La Venenito, con la corona ciñendo su cabeza, continuó la ceremonia con la misma energía y alegría que la caracterizan.

Este incidente, sin embargo, no empañó la importancia del evento para La Venenito, quien ha compartido abiertamente su pertenencia a la comunidad LGBT+. Esta marcha representa un hito en su ascendente carrera, un reconocimiento a su influencia y un espacio para conectar con sus seguidores. Su presencia en el evento no sólo confirma su creciente popularidad, sino también su compromiso con la visibilidad y la lucha por los derechos de la comunidad. Recordemos que, hace poco, Luis David González, su nombre de pila, anunció el inicio de su transición para convertirse en Melanie, un paso valiente que ha generado tanto apoyo como críticas. A pesar de la adversidad, La Venenito ha dejado claro que seguirá su camino con determinación, buscando la felicidad y la autenticidad.

Desde sus inicios humildes en una dulcería de San Juan de los Lagos, Jalisco, hasta convertirse en un fenómeno de internet con millones de seguidores en TikTok e Instagram, la historia de La Venenito es un ejemplo de perseverancia y empoderamiento. Su carisma y espontaneidad, capturados en un video casual por su amiga Sharosky, la catapultaron a la fama a la temprana edad de 14 años. Hoy, La Venenito brilla con luz propia, inspirando a miles de jóvenes a abrazar su identidad y a perseguir sus sueños sin importar los obstáculos. La caída en el escenario, lejos de ser un tropiezo, se convierte en una metáfora de su resiliencia, su capacidad para levantarse y seguir adelante con la frente en alto.