
29 de junio de 2025 a las 18:15
Faitelson destroza a Chávez Jr.
La sombra del gran campeón siempre ha pesado sobre los hombros de Julio César Chávez Jr. Desde sus inicios, la comparación con su padre, la leyenda viviente del boxeo mexicano, ha sido una constante, una carga que, quizás, ha impedido que su propia estrella brille con luz propia. Anoche, en el Honda Center de Anaheim, esa sombra se alargó aún más, oscureciendo el futuro del joven Chávez tras una derrota que resonará por mucho tiempo en los anales del pugilismo.
No fue una derrota cualquiera. No cayó ante un púgil consagrado, ante un rival de renombre con un palmarés intimidante. Cayó ante Jake Paul, un youtuber, una figura mediática que ha incursionado en el mundo del boxeo con más audacia que técnica. Y es precisamente esa derrota, ante un rival aparentemente inferior, la que desató la furia de críticos y aficionados, la que ha puesto en tela de juicio, una vez más, la verdadera capacidad de Chávez Jr.
David Faitelson, con su lapidaria sentencia en redes sociales –"Julio César Chávez Junior fue lo que pudo ser…"–, resume el sentimiento de muchos. Una frase que encierra la frustración de ver a un boxeador con potencial, con un apellido que pesa toneladas en la historia del deporte, sucumbir ante la novedad, ante el espectáculo.
La estrategia de Chávez Jr. fue desconcertante. Pareció ceder la iniciativa desde el primer asalto, permitiendo que Paul dictara el ritmo del combate. Sus golpes carecieron de la potencia y la precisión necesarias para inquietar a su oponente. La imagen de un Chávez Jr. pasivo, casi resignado a su destino, contrasta dolorosamente con la ferocidad y el coraje que caracterizaron a su padre.
Las tarjetas de los jueces, 99-91, 97-93 y 98-92, reflejan la superioridad de Paul en el ring. Una superioridad que, si bien no fue aplastante, sí fue constante, suficiente para llevarse la victoria y dejar en evidencia las carencias del mexicano.
Las declaraciones posteriores de Chávez Jr., reconociendo que perdió los primeros seis asaltos y que empezó "muy tarde", no hacen más que confirmar la falta de preparación, la ausencia de un plan de combate definido. Su afirmación de que no está listo para pelear por un título suena a una dolorosa aceptación de sus limitaciones.
¿Qué le depara el futuro a Julio César Chávez Jr.? Él mismo afirma que no se retirará, que volverá. Pero la pregunta es: ¿volverá con la misma apatía, con la misma falta de convicción que mostró anoche? ¿O encontrará, finalmente, la chispa que le permita escapar de la sombra de su padre y forjar su propio camino en el mundo del boxeo? El tiempo, implacable juez, dará la respuesta. Mientras tanto, el peso de la derrota ante Jake Paul seguirá presente, un recordatorio constante de lo que pudo ser y no fue. Una historia de potencial desperdiciado, una tragedia deportiva que se escribe a la sombra de un gigante.
Fuente: El Heraldo de México