
29 de junio de 2025 a las 09:10
El Futuro de la Transparencia en México
La promesa del Gobierno Abierto, un concepto que resonó con fuerza a principios de la década pasada, se encuentra ahora en una encrucijada. ¿Se ha cumplido realmente su promesa? El reciente análisis del libro "¿Se cumplió la promesa del gobierno abierto? Balance de una década, aprendizajes y desafíos de futuro en Iberoamérica" nos invita a reflexionar sobre el camino recorrido y los retos que aún persisten. La obra, una continuación del pionero "La promesa del Gobierno Abierto" de 2013, nos ofrece una visión panorámica de la evolución de este paradigma en la región, con el valioso aporte de más de 50 expertos. Si bien se reconoce un progreso significativo, la interrogante sobre su impacto real en la ciudadanía, la academia y el servicio público sigue abierta.
¿Qué significa realmente Gobierno Abierto? No se trata simplemente de publicar datos, sino de transformar la relación entre el gobierno y la sociedad. Implica la capacidad de las instituciones públicas de poner a disposición información socialmente útil, permitiendo a la ciudadanía reutilizarla, participar activamente y colaborar en la construcción de políticas públicas. Es una apuesta por la transparencia, la participación y la colaboración, impulsada por las nuevas tecnologías.
El impulso inicial del Gobierno Abierto, liderado por Barack Obama en 2009 y materializado en la Alianza para el Gobierno Abierto (AGA), generó grandes expectativas. México, como país fundador de la AGA, asumió un rol protagónico en este proceso. Sin embargo, el entusiasmo inicial parece haberse diluido con el tiempo. Mientras que durante el gobierno de Enrique Peña Nieto el tema cobró gran relevancia, en la administración posterior su mención fue escasa, casi como un sinónimo de la simple apertura gubernamental.
En el contexto mexicano, instituciones como el INAI (Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales) y la extinta Secretaría de la Función Pública jugaron un papel clave en la implementación de la agenda de Gobierno Abierto. El INAI, en particular, impulsó cuatro planes de acción con 98 compromisos y desarrolló una Métrica de Gobierno Abierto. A nivel estatal, los órganos garantes también contribuyeron con 25 planes de acción y 164 compromisos. Incluso, en los últimos meses de gestión del INAI, se exploró la posibilidad de adoptar el término "Estado Abierto", ampliando el alcance del concepto más allá del ámbito gubernamental.
Sin embargo, la reciente desaparición del INAI plantea serias interrogantes sobre el futuro del Gobierno Abierto en México. Se corre el riesgo de perder los avances logrados y dejar inconclusos numerosos compromisos a nivel federal y local. La nueva legislación en materia de transparencia y protección de datos personales, al igual que la anterior, otorga un lugar marginal al tema de Gobierno Abierto, delegando la responsabilidad a los sujetos obligados.
La inclusión de la Agencia de Transformación Digital en la arquitectura institucional, con la facultad de dictar lineamientos en la materia, introduce un nuevo elemento en la ecuación. ¿Será capaz esta agencia de impulsar la agenda de Gobierno Abierto? ¿Se aprovechará la experiencia acumulada a lo largo de los años? ¿Se tomarán en cuenta nuevas tendencias como la transparencia social?
El futuro del Gobierno Abierto en México es incierto. La desaparición del INAI, la nueva legislación y la creación de la Agencia de Transformación Digital configuran un escenario complejo y desafiante. Es crucial que no se pierda el valioso conocimiento acumulado y que se continúe trabajando en la construcción de un gobierno más transparente, participativo y colaborativo. La promesa del Gobierno Abierto aún está vigente, pero su cumplimiento depende de la voluntad política y la participación activa de la sociedad.
Fuente: El Heraldo de México