La sombra de la delincuencia se cernía nuevamente sobre Acatzingo, pero esta vez, la justicia actuó con rapidez y precisión. Un escalofriante caso de secuestro y extorsión que mantuvo en vilo a una familia de comerciantes ha llegado a su fin, gracias a la eficaz intervención de la Fiscalía General del Estado de Puebla. Lo que parecía un capítulo cerrado tras la liberación de un comerciante secuestrado el pasado 13 de junio, se transformó en una pesadilla aún mayor para sus seres queridos. La angustia y el temor volvieron a apoderarse de ellos cuando la esposa del afectado comenzó a recibir llamadas intimidantes. Una voz al otro lado del teléfono les exigía una suma exorbitante: 300 mil pesos. El motivo: evitar que otros miembros de la familia corrieran la misma suerte que el comerciante. Imaginen el terror, la impotencia, la desesperación de esta familia ante semejante amenaza.

Tras la liberación inicial del comerciante, pagada con 50 mil pesos del sudor y esfuerzo de esta familia trabajadora, la tranquilidad fue efímera. La alegría del regreso se vio opacada por la sombra de una nueva amenaza, mucho más grande, más voraz. 300 mil pesos, una cifra que para muchos representa años de trabajo, de sacrificio, de sueños construidos con esfuerzo. Una cifra que estos delincuentes pretendían arrebatarles sin remordimiento alguno.

Ante la imposibilidad de reunir tal cantidad, la familia negoció con los extorsionadores, logrando reducir la suma a 80 mil pesos. Una cifra aún considerable, pero que representaba un rayo de esperanza ante la posibilidad de proteger a sus seres queridos. Sin embargo, no se resignaron a ser víctimas. Con valentía y determinación, contactaron a las autoridades, quienes de inmediato pusieron en marcha un operativo para capturar a los responsables.

La Fiscalía, consciente de la gravedad de la situación, desplegó un minucioso plan para atrapar a estos criminales en flagrancia. El escenario de la operación: la colonia Barranca San Pedro, en Acatzingo. La tensión se podía cortar con un cuchillo mientras los agentes esperaban pacientemente el momento preciso. Finalmente, los cuatro presuntos extorsionadores aparecieron, listos para recoger el dinero. En ese instante, las autoridades actuaron con la contundencia que el caso requería, logrando la detención de Brandon N., de 20 años; Jesús Alberto N., también de 20 años; Witinet N., de tan solo 18 años; y Jesús N., de 42 años.

Las investigaciones continúan, y la Fiscalía no descarta la participación de estos individuos en el secuestro inicial del comerciante. Se revisan minuciosamente todas las pistas, se analizan las evidencias y se interrogan a los detenidos para esclarecer completamente los hechos y llevar a todos los responsables ante la justicia.

Este caso nos recuerda la importancia de la colaboración ciudadana en la lucha contra la delincuencia. La valiente decisión de la familia afectada de denunciar la extorsión fue crucial para el éxito del operativo. La Fiscalía General del Estado de Puebla refirma su compromiso de proteger a la ciudadanía y perseguir con firmeza a quienes atenten contra la seguridad y el patrimonio de las familias poblanas. Instamos a la población a que denuncie cualquier acto delictivo, ya que solo trabajando juntos podremos construir un entorno más seguro para todos.