
28 de junio de 2025 a las 06:45
Despierta al poder del hidrógeno verde.
La revolución del hidrógeno verde no es una fantasía futurista, sino una realidad palpable que está tomando forma en México. Israel Hurtado, presidente de la Asociación Mexicana de Hidrógeno y Transición Energética, ha pintado un panorama alentador en su reciente entrevista con Oscar Mario Beteta para Heraldo Radio. No se trata solo de cambiar de color, del gris al verde, sino de transformar la manera en que producimos y consumimos energía, abriendo un camino hacia un futuro más limpio y próspero para el país.
Actualmente, la industria se basa en el hidrógeno gris, un producto derivado de procesos industriales que, si bien es funcional, deja una huella ambiental considerable. La apuesta de México, y la visión que impulsa Hurtado, es la migración hacia el hidrógeno verde. Este hidrógeno, obtenido a partir de fuentes renovables como el agua o residuos orgánicos, representa una alternativa limpia y sostenible, un cambio de paradigma energético.
Y México tiene todo para lograrlo. Nuestro país, bañado por el sol y acariciado por el viento, se encuentra en una posición privilegiada. Formamos parte del cinturón solar, con una radiación solar envidiable, y contamos con un potencial eólico y geotérmico inmenso. Estos recursos naturales, antes subutilizados, se convierten ahora en la clave para la producción de hidrógeno verde. No se trata de una promesa a futuro, sino de una realidad que ya se está construyendo. Actualmente, existen 28 proyectos en marcha a lo largo y ancho del territorio nacional, desde el norte hasta el sur, con una inversión que asciende a la impresionante cifra de 20 mil millones de dólares. No solo se trata del hidrógeno verde, sino también de otras variantes limpias como el hidrógeno turquesa.
Esta inversión no solo representa un paso firme hacia la descarbonización y la mitigación del cambio climático, sino que también se traduce en desarrollo tecnológico, creación de empleos y un impulso a la economía nacional. Un estudio proyecta la creación de 3 millones de empleos en los próximos 20 a 25 años, junto con una importante transferencia de tecnología que posicionará a México a la vanguardia de la innovación energética. Imaginen las posibilidades: comunidades revitalizadas por la creación de empleos, nuevas industrias floreciendo, y un aire más limpio para las futuras generaciones.
Si bien se han dado pasos importantes en materia de transición energética, con leyes como la del cambio climático, aún queda camino por recorrer. Es necesario redoblar los esfuerzos para descarbonizar la economía, desplazar los combustibles fósiles y apostar por vehículos que funcionen con baterías, electricidad e hidrógeno. La Secretaría de Energía, con su subsecretaría de transición energética, está impulsando iniciativas clave, pero la tarea requiere un compromiso conjunto de todos los sectores.
La transición hacia una economía basada en el hidrógeno verde no es un lujo, sino una necesidad. Es una inversión en nuestro futuro, una apuesta por un México más limpio, próspero y sostenible. El hidrógeno verde no es solo un cambio de color, es un cambio de mentalidad, una visión de un futuro donde la energía limpia impulsa el desarrollo y la innovación.
Fuente: El Heraldo de México