El verano regiomontano se instala con su característico bochorno. Prepárense, porque este sábado, aunque el sol juegue al escondite tras un velo de nubes, la humedad será la protagonista. Imaginen esa sensación pegajosa, el aire denso que se adhiere a la piel como una segunda capa. No se esperan lluvias torrenciales, ni granizo, ni tormentas eléctricas que pinten el cielo de relámpagos, pero el calor, combinado con la humedad ambiental, creará una atmósfera densa y pesada, típica de nuestra querida Sultana del Norte.

Desde temprano, al despuntar el alba, notaremos esa bruma ligera, ese velo casi imperceptible que nos anuncia la humedad que nos acompañará durante toda la jornada. El termómetro, que marcará alrededor de los 23°C al amanecer, irá ascendiendo inexorablemente hasta alcanzar los 34°C al mediodía. Pero, ¡ojo!, no se fíen únicamente de ese número. La sensación térmica, amplificada por la humedad, superará con creces la temperatura real. Así que, aunque el sol no se muestre en todo su esplendor, sentiremos su abrazo sofocante, ese calor húmedo que nos hará sudar la gota gorda.

Si tienen planeado salir, preparen su estrategia. Piensen en ropa fresca y ligera, de colores claros que reflejen los rayos solares. Un sombrero o gorra serán aliados indispensables para protegerse del sol, aunque esté tímido tras las nubes. Y, por supuesto, no olviden su botella de agua. Mantenerse hidratado es crucial en estas condiciones. Beban agua constantemente, incluso antes de sentir sed. El cuerpo pierde líquidos rápidamente con el calor y la humedad, y la deshidratación puede jugarnos una mala pasada.

Las actividades al aire libre, desde una caminata por el Parque Fundidora hasta las compras en el centro, se convertirán en un reto. Procuren realizarlas en las horas más frescas del día, a primera hora de la mañana o ya entrada la tarde, cuando el sol empieza a declinar y la temperatura desciende ligeramente.

Por la noche, el respiro será mínimo. Aunque la temperatura bajará hasta los 26°C, la humedad persistirá, creando esa sensación de sauna al aire libre. Los vientos, que soplarán del sureste con ráfagas de hasta 60 km/h, ofrecerán un ligero alivio, pero no suficiente para disipar por completo el bochorno.

A pesar de que junio es tradicionalmente un mes lluvioso, este sábado las precipitaciones no serán protagonistas. Sin embargo, la combinación de calor y humedad podría generar algunas nubes por la tarde, y no se descarta la posibilidad de algún chubasco aislado. Así que, por si acaso, no está de más llevar un paraguas pequeño en el bolso o la mochila.

Recuerden, el calor y la humedad, aunque no parezcan tan amenazantes como una tormenta, pueden afectar nuestra salud. Sigan las recomendaciones de las autoridades, manténganse hidratados, eviten la exposición prolongada al sol y escuchen a su cuerpo. Si sienten mareos, fatiga o malestar general, busquen un lugar fresco para descansar y reponerse.

En definitiva, este sábado nos espera un día típicamente regiomontano, con ese calor húmedo que tanto nos caracteriza. Tomemos precauciones, adaptemos nuestras actividades y disfrutemos, dentro de lo posible, de este fin de semana veraniego.