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28 de junio de 2025 a las 11:20
Ciudadanía por nacimiento en Texas: ¿mito o realidad?
La sombra de la apatridia se cierne sobre miles de familias. La reciente decisión de la Corte Suprema, restringiendo la capacidad de los jueces para bloquear decisiones de la administración Trump, ha abierto la caja de Pandora. El fantasma de la revocación de la ciudadanía por nacimiento para hijos de indocumentados, una medida firmada el 20 de mayo, se materializa en una realidad que dejará a miles de recién nacidos en un limbo legal. Imaginen la angustia de padres que, buscando un futuro mejor, se encuentran con la imposibilidad de asegurarle a sus hijos el derecho fundamental a una nacionalidad. Veintiocho estados, incluyendo el crucial bastión republicano de Texas, se preparan para implementar esta medida, generando una ola de incertidumbre y miedo en la comunidad migrante.
Texas, ese crisol de culturas, ese puente entre dos naciones, ese estado donde la frontera se desdibuja entre el inglés y el español, se enfrenta a una prueba de fuego. Millones de familias mexicanas, que han contribuido al crecimiento económico y cultural del estado, ven ahora amenazado el futuro de sus hijos. La vibrante comunidad tejana, con sus lazos transfronterizos, sus tradiciones compartidas y su rica historia de intercambio, se prepara para un cambio drástico. ¿Cómo afectará esta medida a la dinámica social y económica de la región? ¿Qué consecuencias tendrá para la identidad de una comunidad construida sobre la base de la migración y la integración?
El impacto de esta decisión resonará más allá de las fronteras de Texas. Con California, Texas concentraba cerca del 60% de la población migrante mexicana en Estados Unidos. Hablamos de millones de personas, de historias de vida, de sueños truncados. El Migration Policy Institute estima que en Texas residen 9.6 millones de personas de origen mexicano. ¿Cuántos de ellos se verán afectados directamente por esta medida? ¿Cuántos niños nacerán en la incertidumbre, sin la protección de un Estado que les reconozca como ciudadanos?
La fecha límite se acerca. En 30 días, a finales de julio de 2025, la vida de miles de familias cambiará para siempre. La amenaza de la apatridia, ese vacío legal que deja a las personas sin la protección de ningún país, se cierne sobre ellos. Estados como Alabama, Alaska, Arkansas, Florida, y la lista continúa, se unirán a Texas en la implementación de esta medida. La incertidumbre es palpable. ¿Qué mecanismos de apoyo se implementarán para estas familias? ¿Qué futuro les espera a estos niños que, por el simple hecho de nacer en el “lado equivocado” de la línea, se verán privados de sus derechos fundamentales?
La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de esta situación. La posibilidad de que miles de niños se conviertan en apátridas es una violación flagrante de los derechos humanos. La falta de acceso a servicios básicos, como educación y salud, la discriminación y la marginación son solo algunas de las consecuencias que enfrentan las personas apátridas. ¿Qué medidas tomarán los organismos internacionales para proteger a estos niños? ¿Cómo se garantizará su derecho a una identidad, a una nacionalidad, a un futuro? El tiempo corre y la urgencia de la situación exige respuestas concretas y acciones inmediatas. El futuro de miles de niños está en juego.
Fuente: El Heraldo de México