La sombra de la controversia parece perseguir a Alex Montiel. Tras el renovado interés en su infidelidad, avivado por las declaraciones de Fabiola Martínez en la entrevista con Adrián Marcelo, el hombre detrás de la máscara del Escorpión Dorado se refugió en la música. Su presencia solitaria en el concierto de Grupo Firme en el Estadio GNP Seguros, un recinto que ha vibrado nueve veces con el sold out de la banda de Eduin Caz, ha generado una ola de especulaciones.

Mientras Eduin Caz compartía escenario con su esposa Anahí y el esposo de Jhonny Caz, la figura solitaria de Montiel destacaba entre la multitud. Custodiado por personal de seguridad, el periodista se abría paso hacia el backstage, sin la compañía de su esposa Dana, ni amigos, ni siquiera la familiar presencia de un hermano. La imagen contrastaba con la algarabía del evento, un mar de fanáticos unidos por la música, mientras Montiel parecía navegar en un mar de pensamientos propio.

Horas antes del concierto, el YouTuber había vuelto a encender las redes sociales. Un video publicado en su canal, sin la máscara que lo define, reavivó el tema de su romance extramarital con Fabiola Martínez. Sus palabras, una respuesta directa a Óscar Burgos, quien le había instado a asumir la responsabilidad de sus actos, retumbaron en la esfera digital: “Nunca culpé a Oscar Burgos, ni a nadie… Si fue queriendo o sin querer, no tengo manera de comprobarlo, por eso no puedo estar acusando a nadie”.

La declaración, lejos de cerrar el capítulo, abre un nuevo interrogante. ¿Es la soledad de Montiel en el concierto un reflejo de su aislamiento personal tras la tormenta mediática? ¿Busca consuelo en la música, un escape momentáneo de la presión pública? ¿O acaso su presencia solitaria es una declaración en sí misma, una forma de confrontar la controversia de frente, sin escudos ni máscaras?

Mientras tanto, la figura del Escorpión Dorado, usualmente asociada a la irreverencia y el humor, se tiñe de un matiz de vulnerabilidad. La máscara, su escudo protector en el mundo digital, parece haber caído, dejando al descubierto a un hombre que enfrenta las consecuencias de sus actos en la arena pública. El futuro de Alex Montiel, tanto en su vida personal como profesional, permanece incierto, envuelto en un halo de misterio que solo el tiempo podrá desvelar. La pregunta que resuena es si podrá reconstruir su imagen pública y personal, o si la sombra de la infidelidad continuará acechándolo. El público, atento a cada movimiento, espera la respuesta.