
27 de junio de 2025 a las 03:10
Luces intermitentes ¿Te salvan de la multa?
Muchos conductores creen, erróneamente, que activar las luces intermitentes les otorga un pase libre para estacionarse en lugares prohibidos. Existe la falsa creencia de que esas luces parpadeantes actúan como un escudo protector contra las multas de tránsito. Nada más lejos de la realidad. La Subsecretaría de Tránsito de la CDMX es clara al respecto: las luces intermitentes no eximen a nadie de cumplir con el Reglamento de Tránsito. De hecho, su uso indebido puede acarrear sanciones adicionales.
El Artículo 30 del Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México establece claramente los lugares donde está prohibido detenerse o estacionarse. Ignorar esta normativa, incluso con las luces intermitentes encendidas, es una infracción que se paga. Y no hablamos de una simple amonestación. Las multas pueden llegar a ser significativas, oscilando entre 10 y 30 veces la Unidad de Medida y Actualización vigente. Esto significa un gasto considerable que podría haberse evitado con un poco de planificación y respeto a las normas de vialidad.
Es importante entender que estar dentro del vehículo o mantener el motor encendido no significa que no se esté estacionado o detenido. El agente de tránsito tiene la facultad de multar en estas circunstancias si se incumple el Reglamento. Incluso, la colocación de dispositivos inmovilizadores, las temidas “arañas”, puede proceder aunque el conductor se encuentre presente en el vehículo. La ley no hace distinciones en este sentido.
El malentendido sobre el uso de las luces intermitentes es común. Muchos conductores las utilizan para realizar gestiones rápidas, pensando que unos minutos no importan. Sin embargo, el Reglamento de Tránsito, específicamente en su Artículo 37, define claramente que las luces intermitentes están reservadas exclusivamente para emergencias. Y una emergencia no es sinónimo de una compra rápida, un trámite urgente o un simple retraso. Una emergencia implica una situación imprevista e inevitable que requiere la detención inmediata del vehículo, como un accidente, una urgencia médica o ser víctima de un delito.
En caso de una verdadera emergencia que obligue a detener el vehículo en una vía primaria, el Reglamento exige más que solo encender las luces intermitentes. Se deben colocar dispositivos de advertencia a 20 metros del vehículo, tanto delante como detrás, para alertar a los demás conductores. Esta medida de seguridad es crucial para prevenir accidentes y garantizar la fluidez del tráfico.
Los Artículos 54 y 55 del Reglamento de Tránsito local refuerzan aún más el uso correcto de las luces intermitentes en caso de un siniestro vial. En estas situaciones, además de encender las luces, el conductor tiene la obligación de auxiliar a los lesionados, llamar a las autoridades competentes y colocar las señales de advertencia correspondientes.
Es fundamental recordar que estas normas aplican a vehículos particulares. El transporte público se rige por disposiciones específicas, que también deben ser respetadas.
En resumen, las luces intermitentes no son un salvoconducto para estacionarse en lugares prohibidos. Su uso está restringido a situaciones de emergencia y su activación indebida no exime de las sanciones correspondientes. Conocer y respetar el Reglamento de Tránsito no solo evita multas, sino que también contribuye a una mejor convivencia vial y a la seguridad de todos.
Fuente: El Heraldo de México