
27 de junio de 2025 a las 21:15
Impulso a los motores de la ciudad
La Ciudad de México vibra con la energía de sus pequeños comercios, esos pilares invisibles que sostienen la economía local y dan vida a nuestros barrios. La reciente invitación de la Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, a la Cámara de Comercio Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope) para unirse al programa Mercomuna, no es solo una noticia, es una inyección de optimismo y una apuesta por el futuro. Imaginen la potencia de 330 mil vales circulando este año, inyectando mil millones de pesos directamente en el corazón de la economía local, y la promesa de duplicar esa cifra para 2026. No hablamos de simples números, hablamos de la señora de la esquina que podrá surtir su tienda, del joven emprendedor que podrá invertir en su pequeño restaurante, de familias que podrán acceder a productos y servicios de calidad.
Este programa no solo impulsa el consumo, sino que teje una red de solidaridad entre el gobierno y los pequeños comercios, reconociéndolos como lo que son: un motor fundamental para una ciudad más justa, próspera e igualitaria. Más de 12,500 nuevos negocios han florecido en la capital desde octubre de 2024, cada uno una semilla de esperanza, una fuente de empleo, un testimonio de la resiliencia y el empuje de los capitalinos. Detrás de cada cortina metálica, de cada mostrador, hay historias de esfuerzo, de sueños que se construyen día a día.
La toma de protesta de la nueva mesa directiva de Canacope, encabezada por Ada Irma Cruz, marca un hito en este camino. Su voz, resonando con la fuerza de las mujeres que rompen techos de cristal, nos recuerda la importancia de la representación, de la inclusión, de la visión femenina en el liderazgo. Su compromiso con las micro, pequeñas y medianas empresas, su lucha contra la informalidad, su inspiración en el espíritu combativo de la Canacope, son un llamado a la acción, una invitación a sumar esfuerzos para construir un ecosistema económico más sólido y equitativo. Recordemos los momentos oscuros de la pandemia, la incertidumbre que se cernió sobre los negocios familiares, la lucha titánica por mantenerse a flote. Hoy, con la mirada puesta en el futuro, las palabras de Ada Irma Cruz resuenan con la fuerza de la esperanza: "Hoy es un buen día para luchar".
Sin embargo, el panorama no está exento de desafíos. La posible implementación de una jornada laboral de 40 horas semanales, como bien lo señaló Octavio de la Torre, presidente de la Concanaco Servytur, plantea interrogantes cruciales. ¿Cómo equilibrar la necesidad de un modelo laboral más humano con la sostenibilidad de las empresas familiares? El debate está abierto, y la búsqueda de soluciones que beneficien a todos los actores involucrados se vuelve imperativa. No se trata de oponer la justicia social al crecimiento económico, sino de encontrar el punto de equilibrio que permita un desarrollo sostenible e inclusivo. El futuro de la ciudad se construye con el esfuerzo conjunto del gobierno, las empresas y la ciudadanía, en un diálogo constante que nos permita afrontar los retos y construir una ciudad donde todos tengan la oportunidad de prosperar.
Fuente: El Heraldo de México