
27 de junio de 2025 a las 22:00
Horror en el Valle del Yaqui: Hallan 11 osamentas
La tierra árida del Valle del Yaqui, testigo silencioso de innumerables historias, ha vuelto a revelar un capítulo oscuro de su pasado. El incansable trabajo del colectivo Guerreras Buscadoras de Cajeme ha sacado a la luz un panteón clandestino que alberga los restos de al menos once personas, un macabro recordatorio de la violencia que azota a la región. La escena, desgarradora y sobrecogedora, se despliega sobre la calle 400, entre Kino y la calle dos, donde cuatro fosas clandestinas guardaban los silenciosos testimonios de vidas truncadas.
La labor titánica de las Guerreras Buscadoras, mujeres valientes que se enfrentan al dolor y la incertidumbre en busca de sus seres queridos, ha permitido desenterrar este horror. Imaginen la escena: palas que remueven la tierra con delicadeza y respeto, rostros marcados por la angustia y la esperanza, el sol implacable del desierto como único testigo de su lucha. El hallazgo, estremecedor, confirma la terrible realidad que muchas familias viven en la región: la desaparición forzada y la violencia que deja tras de sí un rastro de dolor y desesperanza.
Entre los restos encontrados, según los indicios preliminares, se identificaron al menos once cuerpos de sexo masculino y dos de sexo femenino. En la primera fosa, la soledad de una osamenta masculina; en la segunda, el horror se multiplica con seis cuerpos amontonados; la tercera y cuarta fosas, con dos osamentas cada una, una femenina y una masculina, completan el desolador panorama. Cada osamenta, una historia interrumpida, una familia que espera respuestas, un clamor por justicia.
La Fiscalía de Sonora, ante la gravedad del hallazgo, ha iniciado una investigación formal. El trabajo minucioso de los forenses se centra en establecer las características, sexo y temporalidad de cada una de las osamentas. Se estima, de forma preliminar, que los restos podrían tener una antigüedad de dos a tres años. Sin embargo, la ciencia forense tendrá la última palabra, desentrañando los misterios que guarda la tierra y aportando datos cruciales para la identificación de las víctimas y el esclarecimiento de los hechos.
La búsqueda, sin embargo, no termina aquí. Las Guerreras Buscadoras, con la tenacidad que las caracteriza, han anunciado que continuarán rastreando la zona hasta descartar por completo la presencia de más restos humanos. Su labor, un ejemplo de coraje y perseverancia, se realiza en coordinación con la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Sonora y con el resguardo de elementos de seguridad. En cada palada de tierra, en cada hueso encontrado, late la esperanza de encontrar la verdad y brindar un poco de paz a las familias que viven en la incertidumbre.
Este hallazgo nos interpela como sociedad. Nos obliga a reflexionar sobre la violencia que nos rodea, sobre la importancia de la justicia y la necesidad de apoyar a quienes buscan incansablemente a sus seres queridos. Las Guerreras Buscadoras de Cajeme, con su valentía y determinación, nos recuerdan la importancia de no olvidar, de seguir buscando, de exigir justicia y de construir un futuro donde la violencia no tenga cabida. Su lucha es la lucha de todos.
Fuente: El Heraldo de México