En las entrañas de Guanajuato, un castillo se yergue imponente, desafiando al tiempo y a la razón. El Hotel Castillo de Santa Cecilia no es simplemente un lugar de descanso; es un portal a lo inexplicable, donde los susurros del pasado se entrelazan con el presente, creando una atmósfera cargada de misterio. Mucho más que un hotel, es un escenario donde los límites entre lo real y lo sobrenatural se desdibujan, invitando a los valientes a adentrarse en un mundo de enigmas.

Su historia se remonta a 1686, cuando formaba parte de la Hacienda de Beneficio de San Francisco Javier, un importante centro metalúrgico de la época colonial. Tras el declive de la minería, el lugar se transformó en albergue y hospital, aunque su vida en esta función fue efímera. No fue sino hasta 1951, cuando el empresario Manuel Quezada Brandy adquirió la propiedad, incluyendo la mina abandonada de Santa Cecilia, que el destino del lugar cambió para siempre. Un año después, el imponente castillo medieval abría sus puertas, ofreciendo no solo hospedaje, sino una experiencia que trascendía lo ordinario.

Hoy, restaurado por la familia García, el Castillo de Santa Cecilia se erige como un monumento a la historia y al lujo. Sus más de cien habitaciones, salones para eventos y la singular mezcla de arquitectura moderna con detalles medievales, han albergado a personalidades de la talla de Cantinflas, María Félix, Celia Cruz, los reyes Juan Carlos y Sofía, e incluso la reina Isabel II. Sin embargo, más allá del glamour y la fama, el castillo guarda secretos que hielan la sangre.

Cuando la noche cae sobre Guanajuato y el silencio se apodera del castillo, los relatos de lo inexplicable comienzan a susurrarse entre los huéspedes. La figura fantasmal de una niña pequeña, balanceándose en un columpio negro, se aparece en los pasillos y jardines. Su sonrisa inocente, que en ocasiones se desvanece en un abrir y cerrar de ojos, deja una huella imborrable en la memoria de quienes la presencian.

Pero la niña no es la única presencia que habita el castillo. Caricias invisibles recorren la piel de los huéspedes, una sensación inquietante de ser observados, vigilados por entidades que se ocultan en las sombras. La temperatura cambia drásticamente sin razón aparente, y en la quietud de la noche, puertas se abren y cierran con una fuerza invisible, acompañadas de risas lejanas y susurros que parecen provenir de otra dimensión.

En las ventanas del castillo, misteriosas cruces dibujadas con aceite aparecen sin explicación. ¿Símbolos de protección? ¿Advertencias de un mal acechante? Nadie lo sabe con certeza, pero su presencia añade una capa más de misterio al enigma del Castillo de Santa Cecilia.

Entre todos los rincones del castillo, la habitación 403 destaca por su aura de misterio. Historias de sucesos inexplicables se tejen alrededor de esta habitación. La puerta se abre en medio de la noche, a pesar de estar cerrada con llave, el sonido de la perilla girando lentamente despierta a los huéspedes, quienes se encuentran con un pasillo vacío.

Una presencia invisible, palpable pero no visible, habita la habitación. Algunos sienten que se sienta en la cama mientras intentan dormir, otros la perciben de pie junto a la ventana, inmóvil, observando. Susurros ininteligibles, pasos que no dejan huella, una atmósfera cargada de una energía inexplicable, convierten la habitación 403 en el epicentro del misterio del Castillo de Santa Cecilia.

Se rumorea que un crimen violento tuvo lugar en esta habitación, una historia que el hotel nunca ha confirmado ni desmentido, alimentando aún más las especulaciones. Algunos huéspedes, atraídos por la curiosidad y el deseo de experimentar lo desconocido, solicitan específicamente la habitación 403. Otros, aterrorizados por los relatos, la evitan a toda costa.

Si se atreve a adentrarse en el mundo de lo paranormal, el Hotel Castillo de Santa Cecilia le espera. Ubicado en Camino a la Valenciana Km 1, Colonia San Javier, 36020 Guanajuato, Guanajuato, México, a tan solo unos minutos del corazón histórico de la ciudad, este castillo le ofrece una experiencia única, donde la historia, el lujo y lo inexplicable se fusionan en una danza fascinante. ¿Se atreverá a cruzar sus puertas y desentrañar sus misterios?