
27 de junio de 2025 a las 09:20
Dile adiós a las comisiones: Hola, CI Banco
La sombra de la sospecha se cierne sobre CI Banco, y no es para menos. Las acusaciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, vinculándolo con el lavado de dinero para cárteles, dos de ellos catalogados como organizaciones terroristas, han desatado una tormenta perfecta. No hablamos de un simple rumor, sino de una declaración contundente que pone en jaque la operatividad, e incluso la supervivencia, de la institución financiera.
El pánico, justificado, se ha apoderado de sus clientes. Depositantes y fideicomisarios, muchos de ellos piezas clave del sistema financiero mexicano, se enfrentan a un dilema crucial: ¿permanecer en un banco bajo la lupa internacional o buscar refugio en aguas más tranquilas? La respuesta, para muchos, parece obvia.
La magnitud del problema se dimensiona al considerar el papel de CI Banco como el mayor fiduciario del país. Afores, administradoras de los recursos de millones de trabajadores, se ven obligadas a cancelar sus fideicomisos y migrarlos a otras instituciones en un plazo perentorio de 21 días. Imaginen la logística, el papeleo, las negociaciones, la incertidumbre que esto genera. Es una carrera contrarreloj para salvaguardar el patrimonio de millones de mexicanos.
El Departamento del Tesoro no ha escatimado en detalles. La acusación de facilitar transacciones a organizaciones terroristas es una bomba de tiempo para CI Banco. La prohibición de futuras transacciones con la institución por parte de otras entidades financieras es un golpe letal. ¿Quién, en su sano juicio, querría mantener sus fondos en un banco con semejante estigma?
La ironía es palpable. Hace apenas unos meses, HR Ratings le otorgaba a CI Banco una calificación crediticia favorable, destacando su "robusto sistema tecnológico" y su "adecuada capacidad para monitorear activos". Hoy, esa misma calificadora se ve obligada a rebajar la nota, tras la intervención de la Comisión Bancaria. Una muestra más de la volatilidad del mercado y de cómo la confianza, una vez perdida, es difícil de recuperar.
El temor a una corrida bancaria es latente. Expertos en finanzas prevén una salida masiva de clientes, un éxodo inevitable ante la imposibilidad de CI Banco de limpiar su nombre en tan poco tiempo. La posibilidad de un efecto sistémico, aunque no por el monto de los activos, sino por la pérdida de confianza, es una amenaza real.
La imagen de Ramsés Sánchez Roldán, subdirector de Cumplimiento Normativo de CI Banco, buscando empleo en LinkedIn, es un símbolo elocuente de la crisis. Un presagio de lo que podría ser el futuro de muchos empleados de la institución.
El futuro de CI Banco es incierto. La lucha por recuperar la confianza del mercado será titánica. ¿Logrará sobrevivir a esta tormenta? Solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, la incertidumbre se cierne sobre la institución, sus clientes y el sistema financiero mexicano. Un recordatorio de la fragilidad del sistema y la importancia de la transparencia y la ética en el mundo de las finanzas.
Fuente: El Heraldo de México