
28 de junio de 2025 a las 00:40
Dignidad con la 4T: CSP
Un cambio de paradigma se está gestando en México. La Cuarta Transformación, liderada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, no solo reconoce la dignidad históricamente negada de los pueblos indígenas y afromexicanos, sino que la materializa a través de la asignación directa de recursos públicos. Esto no es simplemente una entrega de fondos, es una declaración de principios: un reconocimiento de la deuda histórica con estas comunidades y un compromiso con su autodeterminación. La imagen de mujeres indígenas administrando estos recursos, decidiendo el destino de sus comunidades, es un símbolo poderoso del cambio que se busca. No son meras receptoras de ayuda, sino protagonistas de su propio desarrollo.
Este nuevo enfoque, impulsado por la Secretaría de Bienestar bajo la dirección de Ariadna Montiel Reyes, marca un hito en la relación del Estado con los pueblos originarios. Se les reconoce como sujetos de derecho público con la capacidad de administrar sus propios recursos, un paso fundamental hacia la autonomía y la autogestión. Se rompe así con el paternalismo histórico que relegaba a estas comunidades a un rol pasivo, sin voz ni voto en las decisiones que afectaban sus vidas. Este empoderamiento, con las mujeres al frente, se erige como la piedra angular de la nueva política indigenista.
La visita de la presidenta Sheinbaum a Nayarit no es un acto protocolario, sino una muestra tangible de este compromiso. La promesa de reconstruir la carretera de Ruiz a Mesa del Nayar, en conjunto con el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, no solo mejorará la infraestructura, sino que conectará a comunidades históricamente aisladas, abriéndoles las puertas al desarrollo y la integración. Este proyecto, que el gobernador considera crucial, es un ejemplo de cómo la colaboración entre el gobierno federal y los estados puede traducirse en beneficios concretos para las poblaciones más vulnerables. La inversión de 97 millones de pesos en 57 comunidades nayaritas, destinada a obras de infraestructura básica como agua potable, saneamiento y vivienda, es una inyección de esperanza en regiones que por mucho tiempo han sido marginadas.
La figura de Adelfo Regino Montes, director del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, es clave en este proceso. Su conocimiento profundo de la realidad indígena garantiza que los recursos se destinen a proyectos verdaderamente relevantes para las comunidades. El ejemplo de Mesa del Nayar, donde la asamblea comunitaria decidió invertir los 18.7 millones de pesos en proyectos de agua potable, urbanización y mejora de viviendas, ilustra la importancia de la participación comunitaria en la toma de decisiones.
La Cuarta Transformación se define por la premisa de que "por el bien de todos, primero los pobres". En este contexto, la atención a los pueblos indígenas y afromexicanos no es un acto de caridad, sino un acto de justicia social. Se busca saldar una deuda histórica, reconociendo sus derechos y brindándoles las herramientas necesarias para construir un futuro digno y próspero. Este es el verdadero significado de la transformación: construir un México incluyente, donde todos tengan la oportunidad de desarrollarse plenamente. El camino aún es largo, pero con la participación activa de las comunidades y el compromiso del gobierno, se avanza hacia un futuro más justo y equitativo.
Fuente: El Heraldo de México