
Inicio > Noticias > Transporte Público
27 de junio de 2025 a las 03:20
Caída en Línea 2: Suspenden servicio en Viaducto
La tensión se apoderó de los usuarios de la Línea 2 del Metro la noche del jueves 26 de junio. Un corte de luz repentino, anunciado por el Sistema de Transporte Colectivo (STC) a través de sus redes sociales, paralizó el servicio y generó una ola de incertidumbre entre los pasajeros. La razón, tan inusual como preocupante: una persona ajena al sistema se encontraba en la zona de vías de la estación Viaducto.
El breve comunicado del STC, emitido con la etiqueta #AvisoMetro, informaba sobre la detención momentánea del servicio y las maniobras que se estaban llevando a cabo para retirar a la persona de las vías. La prioridad, según el mensaje, era clara: la seguridad. Se instaba a los usuarios a respetar la línea amarilla de seguridad y, bajo ninguna circunstancia, descender a las vías.
Este incidente, que afortunadamente no pasó a mayores, vuelve a poner sobre la mesa la vulnerabilidad del sistema de transporte y la importancia de la prevención. ¿Cómo pudo una persona ajena al Metro acceder a una zona tan restringida? ¿Qué medidas de seguridad se están implementando para evitar situaciones similares en el futuro? Estas son preguntas que exigen respuestas claras y contundentes por parte de las autoridades.
El incidente también nos recuerda la fragilidad de la movilidad en una ciudad tan compleja como la Ciudad de México. Miles de personas dependen diariamente del Metro para sus desplazamientos, y una interrupción en el servicio, por breve que sea, puede generar un efecto dominó de consecuencias imprevisibles: retrasos en las jornadas laborales, citas médicas perdidas, compromisos familiares incumplidos.
Más allá del incidente puntual, este suceso nos invita a reflexionar sobre la importancia de la cultura cívica en el uso del transporte público. Respetar las indicaciones del personal del Metro, mantenerse alejado de la línea de seguridad y reportar cualquier anomalía son acciones sencillas pero cruciales para garantizar la seguridad de todos.
El STC, por su parte, tiene la responsabilidad de reforzar las medidas de seguridad en todas sus instalaciones, implementando sistemas de vigilancia más efectivos y realizando campañas de concientización dirigidas a los usuarios. La seguridad en el Metro no es un tema negociable, es una obligación.
Mientras tanto, la imagen de esa persona ajena al sistema, caminando por las vías del Metro, permanece como un recordatorio latente de la vulnerabilidad del sistema y la necesidad de una acción conjunta para garantizar la seguridad de todos los que utilizamos este vital medio de transporte. Esperemos que este incidente sirva como un llamado de atención para implementar las mejoras necesarias y evitar que situaciones similares se repitan en el futuro. La seguridad de los usuarios debe ser la prioridad número uno.
Fuente: El Heraldo de México