La fiebre por "El Juego del Calamar" ha vuelto a estallar. Tras una larga espera, la tercera y última temporada aterrizó en Netflix en la madrugada del 27 de junio, desatando un torrente de reacciones en redes sociales. La palabra clave es "dolor". Miles de fans expresan su sentir con un desgarrador "me duele", acompañado de una avalancha de memes que inundan la red, especialmente la recién bautizada como "X", antes Twitter. Precaución: si aún no has devorado la temporada final, ¡alerta de spoilers! Prepárate para un viaje emocional intenso.

El final ha generado controversia. Muchos lo califican de "injusto", especialmente por el destino de algunos participantes, como la jugadora 120, cuyo desenlace ha dejado a más de uno con el corazón roto. La sorpresa también llegó con la identidad de los finalistas: los jugadores 456 y 333, una combinación que pocos previeron. Las redes sociales son un hervidero de memes, la mayoría con la etiqueta de "spoiler alert", donde los fans vierten sus emociones y teorías sobre el cierre de la obra maestra de Hwang Dong-hyu.

El sacrificio del protagonista, el jugador 456, Seong Gi-hun, interpretado por Lee Jung-jae, ha sido el detonante de un debate acalorado. "Al sacrificarse por el bebé, Gi-hun elige la humanidad", comenta un usuario, destacando el valor simbólico del acto. Otros, sin embargo, expresan su descontento: "¿Me estás diciendo que quien nos acompañó durante cuatro años se sacrifica por un recién nacido? ¡Qué final tan raro e insípido!". La polarización es evidente.

El propio Hwang Dong-hyu ha salido al paso de las críticas, explicando su decisión de renunciar a un final feliz. "A la gente le gusta un final feliz. Yo también soy así", confiesa el creador. "Pero algunas historias, por naturaleza, no pueden tenerlo". Sus palabras arrojan luz sobre la intención narrativa: un cierre realista, aunque doloroso, que refleje la crudeza de la trama.

A pesar de la controversia, muchos fans defienden el final, argumentando que es coherente con el tono de la serie. Aplauden la valentía de Hwang Dong-hyu por resistir la tentación del final edulcorado y optar por una conclusión que, aunque amarga, invita a la reflexión. El debate está servido. ¿Un final injusto o una obra maestra de realismo? La última palabra la tiene el espectador.

Más allá de la controversia, el fenómeno "El Juego del Calamar" sigue vivo. La tercera temporada ha reavivado la pasión de los fans, generando una ola de comentarios, memes y análisis que demuestran el impacto de la serie en la cultura popular. El final, aunque discutido, ha logrado su objetivo: generar conversación y dejar una huella imborrable en la memoria colectiva. El juego ha terminado, pero la conversación continúa. ¿Cuál es tu opinión?