
26 de junio de 2025 a las 22:25
Uribe demandado: ¿Campaña anticipada tras balacera?
En medio de la conmoción nacional que ha generado el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay, un nuevo capítulo se abre en esta historia, añadiendo aún más complejidad a un panorama ya de por sí convulso. La demanda interpuesta por la UTC y Sinsergen ante el Consejo de Estado por presunta campaña anticipada, no solo cuestiona la legalidad de las acciones políticas del senador, sino que también introduce un debate ético y moral en un momento de extrema vulnerabilidad para el afectado. Mientras Uribe Turbay lucha por su vida en la unidad de cuidados intensivos, se le acusa de utilizar su investidura para beneficio propio, una acusación que, de ser probada, podría acarrearle la pérdida de su cargo.
La argumentación de la demanda se centra en la supuesta violación del artículo 183 y 180 de la Constitución, al realizar actividades proselitistas —discursos, reuniones y publicaciones en redes sociales— siendo aún senador activo. Según los demandantes, estas acciones configuran una clara transgresión de las normas que regulan la participación de los congresistas en campañas electorales, y constituyen un agravante en vista de las consecuencias derivadas de estas acciones. La conexión que establecen entre la presunta campaña anticipada y el atentado sufrido por el senador, al calificarlo como consecuencia de un “acto de imprudencia”, genera una fuerte controversia, abriendo un debate sobre la responsabilidad de las figuras públicas en el marco de la polarización política.
El Centro Democrático, por su parte, ha reaccionado con vehemencia, calificando la demanda de "infame" y "oportunista", y acusando a los demandantes de intentar "legitimar un acto de violencia política". Para el partido, esta acción judicial no solo es injusta, sino que también constituye una falta de respeto hacia el senador y su familia en un momento tan delicado. La polarización política que vive el país se refleja en las posturas encontradas frente a este caso, dificultando un análisis objetivo de los hechos.
Mientras tanto, la investigación sobre el atentado continúa, con 180 funcionarios asignados al caso, en un intento por esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades. La detención de un menor de edad y de otras tres personas abre nuevos interrogantes sobre la planificación y ejecución del ataque, así como sobre los posibles autores intelectuales. La incertidumbre y la especulación alimentan la tensión en un país marcado por una larga historia de violencia política.
La condena unánime al atentado y las exigencias de garantías para las próximas elecciones presidenciales reflejan la preocupación de la sociedad colombiana por la seguridad de los líderes políticos y la estabilidad democrática. La MOE, en particular, ha hecho un llamado a la reflexión y a la responsabilidad de todos los actores políticos, instando a un diálogo constructivo y a la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos. El futuro político de Miguel Uribe Turbay, así como el rumbo del país, dependen en gran medida de la capacidad de la sociedad colombiana para superar la polarización y construir un futuro basado en el respeto, la tolerancia y la democracia.
Fuente: El Heraldo de México