La justicia estadounidense ha hablado. Tras un largo y complejo proceso legal, el juez Rubén Morales ha desestimado los cargos contra el exgobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, acusado de lavado de dinero y enriquecimiento ilícito en El Paso, Texas. La noticia, que ha resonado con fuerza en ambos lados de la frontera, pone fin a un capítulo crucial en la saga judicial que ha envuelto al exmandatario chihuahuense.

El documento judicial, con número de caso 2020DCV0628 y fechado el 16 de junio, titulado “Orden que concede la moción tradicional y sin pruebas de los demandados César Horacio Duarte Jáquez y César Duarte Jáquez para sentencia sumaria”, deja en claro la insuficiencia de pruebas presentadas para sustentar las graves acusaciones. Recordemos que el gobierno de Chihuahua, bajo la administración de Javier Corral Jurado, acusaba a Duarte de la adquisición ilícita de 50 propiedades en territorio estadounidense, utilizando presuntamente recursos desviados del erario público.

Esta decisión judicial no solo representa una victoria legal para el exgobernador, sino que, según sus abogados, destapa una trama de "manipulación de información" y "acusaciones falsas" orquestada por el exgobernador Corral. Aseguran que estas acusaciones, ahora desestimadas por falta de fundamento, han infligido un daño considerable a la reputación de Duarte y a la estabilidad de su familia, quienes han vivido bajo la sombra de estas imputaciones durante años.

La defensa de Duarte no se limita a celebrar la resolución judicial. Van más allá y anuncian posibles acciones legales contra Javier Corral Jurado, a quien señalan como el principal responsable de la presentación de estas acusaciones infundadas. Argumentan que Corral, al firmar y presentar dichas acusaciones, mintió ante los tribunales estadounidenses, un acto que consideran grave y que debe ser investigado a fondo.

Este caso, según los abogados de Duarte, se enmarca dentro de lo que se conoció como los “Expedientes X” durante la gestión de Corral, una serie de acusaciones que ahora se ponen en tela de juicio, planteando interrogantes sobre la veracidad y las motivaciones detrás de las mismas. ¿Se trató de una persecución política? ¿Existió una manipulación deliberada de la información para dañar la imagen del exgobernador? Estas son algunas de las preguntas que surgen tras la desestimación de los cargos y que, sin duda, marcarán el debate público en los próximos días.

La resolución del juez Morales no solo impacta el futuro legal de César Duarte, sino que también abre un nuevo frente en la compleja relación política entre los exgobernadores de Chihuahua. El escenario se presenta tenso, con la posibilidad de un nuevo proceso judicial que podría arrojar luz sobre las prácticas y las motivaciones que impulsaron las acusaciones contra Duarte. La justicia estadounidense ha dado su veredicto, pero la historia, al parecer, continúa. Habrá que esperar para ver cómo se desarrolla este nuevo capítulo en la ya prolongada batalla legal del exgobernador César Duarte.