
25 de junio de 2025 a las 12:15
Impactante: Último video de influencer asesinada
La tragedia que ha conmocionado a las redes sociales nos deja una profunda reflexión sobre la violencia de género y la importancia de escuchar y apoyar a las víctimas. El feminicidio de Gloria Zamora, una influencer fitness que inspiraba a miles con su energía y estilo de vida saludable, ha dejado un vacío inmenso en la comunidad digital y, sobre todo, en sus siete hijos. El último video que compartió, una sincera conversación en un podcast donde se abría sobre su proceso de divorcio, resuena ahora con una intensidad desgarradora. Sus palabras, llenas de valentía al relatar la infidelidad y la falta de apoyo de su propia familia, nos muestran la difícil realidad que muchas mujeres enfrentan al intentar salir de relaciones tóxicas y violentas.
La crudeza de su testimonio, donde recordaba la respuesta de su abuela —"ni modo, aguántate"— ante la confesión de su infelicidad, pone de manifiesto la normalización de la violencia dentro de los propios núcleos familiares. Una normalización que silencia a las víctimas y perpetúa el ciclo de abuso. Gloria anhelaba un futuro diferente para sus hijas, un futuro donde la felicidad y el respeto fueran la base de cualquier relación, y lamentaba que esa misma comprensión le hubiera sido negada en su momento de mayor vulnerabilidad. Es desgarrador pensar que su deseo de proteger a sus hijas del dolor que ella estaba viviendo, se vio truncado por la violencia machista que finalmente le arrebató la vida.
El hecho de que su actual pareja, padre de cuatro hijos, también haya sido asesinado en el mismo acto de violencia, añade otra capa de complejidad y dolor a esta tragedia. La violencia de género no solo destruye a la mujer, sino que también impacta a su entorno, dejando un rastro de dolor y familias destrozadas. El agresor, cegado por los celos y la posesividad, no solo le arrebató la vida a Gloria, sino también la posibilidad de un futuro a sus hijos y a los hijos de su pareja. Un acto egoísta y brutal que nos recuerda la urgencia de combatir la cultura machista que alimenta estos comportamientos.
La persecución policial y el posterior enfrentamiento armado que culminó con la muerte del agresor, si bien ofrece un cierre a la investigación, no repara el daño irreparable causado a las familias. La justicia, en este caso, llega demasiado tarde para Gloria y su pareja. Lo que queda es la necesidad de convertir este terrible suceso en un llamado a la acción. Debemos escuchar con atención las señales de alerta, apoyar a las víctimas sin juzgarlas y educar a las nuevas generaciones en la igualdad y el respeto.
Los miles de comentarios que inundan su último video son un testimonio del impacto que Gloria tuvo en la vida de muchas personas. Mensajes de apoyo, de indignación, de dolor y de reflexión, que convierten su historia en un símbolo de la lucha contra la violencia de género. No podemos permitir que su muerte sea en vano. Debemos honrar su memoria trabajando para construir un mundo donde ninguna mujer tenga que "aguantarse" y donde todas puedan vivir libres de violencia. La historia de Gloria Zamora debe ser un recordatorio constante de la importancia de la educación, la prevención y la erradicación de la violencia machista en todas sus formas.
Fuente: El Heraldo de México