La detención de la alcaldesa de Capulhuac, Selenne “N”, ha generado una verdadera conmoción en el municipio y ha puesto bajo la lupa la delicada situación política que se vive en la localidad. Acusada de lesiones agravadas y abuso de autoridad, la política del Partido del Trabajo fue trasladada al penal de Santiaguito en Almoloya de Juárez en un operativo que, si bien discreto, no ha pasado desapercibido para la opinión pública. Las 9:30 de la mañana marcaron el inicio de un nuevo capítulo en este caso, cuando la alcaldesa abandonó las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) tras haber permanecido detenida desde el mediodía del martes y someterse a una certificación médica.

La denuncia que originó esta situación se remonta al 2 de mayo, fecha en que una trabajadora del DIF municipal acusó a Selenne “N” de agresión física y sexual. Esta grave acusación desembocó en la orden de aprehensión que finalmente se cumplimentó, agravada por la condición de servidora pública de la acusada. La situación ha desatado una ola de protestas en Capulhuac, donde la población se encuentra dividida entre quienes apoyan a la alcaldesa y quienes exigen justicia para la presunta víctima.

La cronología de los hechos revela la complejidad del caso. El 7 de mayo, ante la presión social, Selenne “N” solicitó una licencia de 90 días. Sin embargo, el 2 de junio intentó retomar sus funciones, lo cual le fue negado. Este intento fallido de regreso al poder desencadenó una serie de acciones por parte de la alcaldesa, incluyendo la convocatoria a sesiones de Cabildo y la solicitud de la presencia de regidores suplentes ante la ausencia de cinco de los siete titulares. Paralelamente, la alcaldesa presentó una denuncia ante el Tribunal Electoral del Estado de México (TEEM) argumentando la obstrucción a su derecho de asumir el cargo.

Mientras tanto, desde el 7 de mayo, la tercera regidora, Sarita Arellano Hernández, ha asumido la alcaldía por Ministerio de Ley, lo que añade otra capa de complejidad a la ya tensa situación política en Capulhuac. La incertidumbre reina en el municipio, y la población se pregunta qué sucederá en los próximos días. ¿Se resolverá la situación legal de Selenne “N”? ¿Podrá retomar su cargo? ¿Qué impacto tendrán estas circunstancias en la gobernabilidad de Capulhuac?

El futuro político del municipio pende de un hilo, y las consecuencias de este caso podrían resonar durante mucho tiempo. La justicia deberá seguir su curso, y la sociedad capulhuense deberá encontrar la forma de reconstruir la confianza en sus instituciones. Este caso nos recuerda la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión pública, y la necesidad de que las autoridades actúen con responsabilidad y apego a la ley. El tiempo dirá cuál será el desenlace de esta historia, pero lo que es seguro es que Capulhuac se encuentra en un momento crucial de su historia. La atención mediática y la presión social continuarán, y será fundamental que las autoridades actúen con prudencia y transparencia para garantizar la estabilidad y el bienestar de la comunidad.