
24 de junio de 2025 a las 20:45
Sheinbaum defiende a Aguilar ante críticas
La decisión del próximo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Hugo Aguilar, de no portar la tradicional toga y birrete ha desatado una ola de reacciones y debates en el ámbito jurídico y político del país. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, en su habitual conferencia matutina, se pronunció al respecto, desatando aún más la controversia. Sus declaraciones, cargadas de significado, abren la puerta a una profunda reflexión sobre la esencia de la justicia y la simbología que la rodea.
Sheinbaum Pardo, con la firmeza que la caracteriza, afirmó que la valía de un juez no reside en la vestimenta que porta, sino en la rectitud de sus actos, la profundidad de sus conocimientos y la imparcialidad con la que aplica la justicia. “Un buen juez no se define por una toga y un birrete”, sentenció la mandataria, palabras que resonaron con fuerza en el auditorio y que rápidamente se propagaron a través de los medios de comunicación y las redes sociales.
La presidenta argumentó que la toga y el birrete son parte de un protocolo establecido en una época determinada, y que su uso no garantiza la probidad ni la capacidad de quienes los portan. De hecho, fue más allá al cuestionar la integridad de algunos jueces que, a pesar de vestir la indumentaria judicial, se han visto envueltos en actos de corrupción. “Miren cuántos jueces corruptos no usan toga y birrete”, exclamó, haciendo alusión a casos de jueces que, escudados en su investidura, han utilizado su poder para beneficio propio.
La mandataria incluso lanzó una indirecta, mencionando a "cierta persona que debe muchos impuestos" y cuyos casos están a punto de definirse, dejando entrever la posible influencia de jueces corruptos en estos procesos. Estas declaraciones, sin duda, añaden un nuevo elemento a la discusión, planteando la necesidad de una revisión exhaustiva del sistema judicial y la importancia de garantizar la independencia y la transparencia en la impartición de justicia.
En cuanto a la polémica sobre el uso de la toga y el birrete por parte del próximo presidente de la SCJN, Sheinbaum Pardo señaló que este tema no es competencia del Ejecutivo Federal, sino que corresponde al Poder Legislativo. "Se lo dejamos al Congreso", afirmó, delegando la responsabilidad de debatir y legislar sobre este asunto. Esta postura ha generado diversas interpretaciones, algunos la consideran una forma de evitar una confrontación directa con el Poder Judicial, mientras que otros la ven como una muestra de respeto a la división de poderes.
La decisión de Aguilar de no usar la toga y el birrete, junto con las declaraciones de la presidenta Sheinbaum, han puesto en el centro del debate la importancia de la simbología en el ámbito judicial. ¿Es la vestimenta un símbolo de autoridad y respeto, o una mera formalidad que puede prescindirse? ¿Representa la decisión de Aguilar una ruptura con la tradición, o un llamado a la reflexión sobre los verdaderos valores que deben guiar la impartición de justicia? Estas son algunas de las preguntas que se plantean en la actualidad y que seguramente seguirán generando discusión en los próximos días.
El futuro de la vestimenta judicial en México es incierto, pero lo que sí es claro es que este debate ha abierto una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la ética, la transparencia y la imparcialidad en el sistema judicial. Más allá de la toga y el birrete, lo que realmente importa es la justicia misma, y es responsabilidad de todos velar por que se imparta de manera justa y equitativa.
Fuente: El Heraldo de México