La creciente ola de robos de cable en la Ciudad de México ha vuelto a encender las alarmas, poniendo en evidencia la vulnerabilidad de la infraestructura de telecomunicaciones y la audacia de los grupos delictivos que operan en la capital. En un operativo que demostró la eficacia de la coordinación entre la tecnología de vigilancia y la rápida respuesta de las autoridades, seis individuos fueron aprehendidos tras una persecución que se extendió desde la alcaldía Benito Juárez hasta Coyoacán.

Todo comenzó en la intersección de la calle Santa Cruz y Calzada de Tlalpan, en la colonia San Simón. Las cámaras del C2 Sur, los ojos vigilantes de la ciudad, captaron el momento preciso en que un grupo de hombres extraía cable de un registro telefónico. No se trataba de un acto improvisado, sino de una operación aparentemente coordinada, utilizando dos vehículos para su escape: un taxi con la distintiva cromática blanca con rosa, y una camioneta gris, buscando diluirse en el tráfico citadino.

La inmediatez de la respuesta policial fue crucial. Mientras los operadores del C2 Sur seguían el rastro de los vehículos a través de un cerco virtual, las unidades en tierra se movilizaron. La persecución, aunque breve, fue intensa, culminando en la intersección del Circuito Interior Río Churubusco y el Eje 8, en la colonia Prados Churubusco, alcaldía Coyoacán. Allí, los oficiales de la SSC, en una rápida y efectiva maniobra, interceptaron a los sospechosos.

Tras la detención, y siguiendo los protocolos de actuación policial, se realizó una revisión de los vehículos. El resultado fue impactante: aproximadamente 200 kilogramos de cable telefónico fueron recuperados. Una cantidad que habla no solo del descaro de los delincuentes, sino también del potencial daño a las comunicaciones de la zona. Los seis hombres, con edades comprendidas entre los 24 y los 46 años, fueron puestos a disposición del Ministerio Público, junto con el cable recuperado y los vehículos utilizados en el ilícito. Será la justicia quien determine su situación legal en los próximos días.

Lo que parecía un robo más de cable, reveló una historia más profunda. La investigación posterior, mediante el cruce de información, destapó un antecedente preocupante: uno de los detenidos, de 30 años, cuenta con un ingreso previo al Sistema Penitenciario de la Ciudad de México por el delito de Robo agravado calificado en pandilla y ataques a las vías de comunicación. Este dato no solo agrava la situación del individuo, sino que también plantea interrogantes sobre la posible existencia de una red organizada dedicada a este tipo de delito.

Este caso pone de manifiesto la importancia de la colaboración ciudadana y la denuncia oportuna. Las autoridades hacen un llamado a la población a reportar cualquier actividad sospechosa relacionada con el robo de cable, ya que este delito no solo afecta a las empresas de telecomunicaciones, sino que también perjudica a la ciudadanía, interrumpiendo servicios esenciales y generando pérdidas económicas significativas. La lucha contra este flagelo requiere un esfuerzo conjunto, donde la tecnología, la rápida respuesta policial y la participación ciudadana son piezas clave para garantizar la seguridad y el bienestar de todos. Se insta a la población a estar alerta y a no dudar en contactar a las autoridades ante cualquier indicio de este tipo de delito.